Magawa, una de las ratas más famosas del mundo, murió a la edad de ocho años después de haber olfateado más de 100 minas terrestres y otros explosivos en Camboya.
En su carrera de 5 años logró salvar cientos de vidas al identificar el lugar donde estaban enterradas estas minas, y por su labor recibió una medalla de oro por su heroísmo.
Magawa fue la rata más exitosa entrenada por la organización benéfica belga Apopo para alertar a los manipuladores humanos sobre las minas para que puedan ser removidas de manera segura.
La organización benéfica dijo que la rata de bolsa gigante africana “falleció en paz” el fin de semana.
La Apopo que Magawa gozaba de buena salud y “pasó la mayor parte de la semana pasada jugando con su entusiasmo habitual”. Pero para el fin de semana “comenzó a bajar el ritmo, durmiendo más siestas y mostrando menos interés por la comida en sus últimos días”.
Criada en Tanzania, Magawa se sometió a un año de entrenamiento antes de mudarse a Camboya para comenzar su carrera como detector de bombas. Se cree que hay hasta seis millones de minas terrestres en el país del sudeste asiático.
Entrenada para detectar un compuesto químico dentro de los explosivos, Magawa despejó más de 141.000 metros cuadrados de terreno, el equivalente a 20 campos de fútbol.
Pesaba 1,2 kg y medía 70 cm de largo. Si bien es mucho más grande que muchas otras especies de ratas, Magawa aún era lo suficientemente pequeña y liviana como para no activar las minas si caminaba sobre ellas.
Magawa fue capaz de encontrar minas en un campo del tamaño de una cancha de tenis en solo 20 minutos, algo que, según Apopo, le llevaría a una persona con un detector de metales entre uno y cuatro días.
En 2020, Magawa recibió la Medalla de oro PDSA , a veces descrita como la Cruz de San Jorge para los animales, por su “devoción al deber por salvar vidas”. Fue la primera rata en recibir la medalla en los 77 años de historia de la organización benéfica.
La rata se retiró el pasado mes de junio , tras “bajar el ritmo” al llegar a la vejez.
“Todos nosotros en Apopo sentimos la pérdida de Magawa y estamos agradecidos por el increíble trabajo que ha hecho”, dijo la organización benéfica en un comunicado.
Su “asombroso sentido del olfato” permitió que “las comunidades de Camboya vivieran, trabajaran y jugaran, sin temor a perder la vida o una extremidad”, agregó.
Apopo ha estado criando a sus animales, conocidos como HeroRAT, para detectar minas terrestres desde la década de 1990.
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