Infobae viajó a París, Francia y visitó uno de los monumentos más importantes del mundo, Notre Dame. Catedral católica de culto, dedicada a la Virgen María, rodeada por las aguas del río Sena.
Lo sucedido sorprendió a todo el planeta: el miedo a verla destruida completamente fue absoluto. El humo comenzó a verse por la tarde del 15 de abril de 2019 en el tejado de la imponente construcción. La catedral estaba en llamas. Las autoridades dijeron que el incendio podría haberse originado en las obras de renovación que se estaban realizando, luego de que en 2018 se decidiera que hacía falta mantenimiento y restauración.
El incendio se produjo de manera accidental siendo dos alternativas posibles: la colilla de un cigarrillo prendido habría sido arrojada o algún desperfecto técnico causó un cortocircuito. Lo que sí se sabe con certeza es que sucedió durante las reformas que se estaban realizando en esa época.
A las 18.20 en plena misa, los guardias de seguridad escucharon la alarma de incendio y la tragedia arquitectónica comenzó.
Por pocos minutos Notre Dame se salvó de no ser destruida por completo. Por más de 15 horas el fuego fue devorando esta catedral que comenzó su construcción en 1163. Uno de sus materiales principales son los sillares de piedra que hacen las veces de apoyo estructural, y por supuesto la madera que construye la armazón de los tejados principales y de su icónica aguja.
El incendio causó daños considerables. La famosa aguja estaba rodeada con las figuras de los 12 apóstoles, en cuatro grupos de tres y cada uno de ellos en uno de los puntos cardinales, increíblemente días antes del incendio las estatuas habían sido removidas para iniciar su restauración. El tejado quedó consumido por el fuego y se derrumbó.
Un gran número de muebles se dañó. Según se supo semanas después, las obras de arte y las reliquias se pudieron salvar. El “tesoro” de la catedral estaba intacto, aseguraron. La Corona de espinas que Jesús supuestamente usó antes de su crucifixión y un pedazo de la cruz en la que fue ejecutado, la estatua de la Virgen de París y las estatuas de los 12 apóstoles se confirmaron como rescatadas del incendio.
Al menos 400 bomberos trabajaron, tras 9 horas de lucha se dio por extinguido el incendio. La estructura, la fachada principal y las torres pudieron ser salvadas gracias a esta labor. No obstante, gran parte de la estructura de madera ardió. Se estima que 21 hectáreas de robles fueron talados para la construcción de la catedral en los siglos XII y XIII
Esa noche, el presidente Emmanuel Macron anunció que la Catedral, propiedad del estado, se reconstruiría y que lanzaría una campaña para recaudar fondos.
En 24 horas se reunieron más de 800 millones de euros. La idea de Macron era reconstruirla en 5 años así “llegaría” a tiempo a los Juegos Olímpicos París 2024. Los arquitectos sugieren que el trabajo podría durar entre veinte y 30 años más. El desafío es enorme. Se ha sugerido reconstruir el techo con láminas de titanio fusionando así lo antiguo restaurado con lo nuevo. En abril de 2020 Alemania ofreció restaurar parte de las ventanas con expertos en reconstrucción de catedrales.
La reconstrucción y restauración de las partes destruidas por el incendio está en curso y La catedral que hoy es Patrimonio de la humanidad reconocido por la Unesco, estará lista para reabrir sus puertas a miles de fieles y turistas en 2024.