El Ministerio de Defensa ruso informó este domingo que el contingente militar enviado a Kazajistán está ya plenamente operativo y desplegado en las inmediaciones de la ciudad más poblada del país, Almaty. Desde su arribo al país euroasiático, los militares rusos han tomado posiciones en infraestructuras clave.
“Las unidades de mantenimiento de la paz rusas de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva están realizando maniobras en el aeropuerto de Almaty para entrenar la prevención de emergencias”, indicó el Ministerio de Defensa ruso, según recoge la agencia de noticias rusa Sputnik.
El Ministerio no brindó cifras del despliegue, pero aseguró que continuarán con los vuelos de traslado de tropas hasta Almaty y confirmó que las fuerzas rusas han tomado ya posiciones en las inmediaciones de las infraestructuras más importantes del país.
En ese sentido, el embajador ruso en Kazajistán, Alexei Borodavkin, advirtió en declaraciones a la agencia de noticias TASS de que “quien intente mordernos a nosotros o a nuestros amigos, se quedará sin dientes”.
Borodavkin denunció una “tragedia” en un país “amigo, incluso hermano”. “Unas milicias organizadas y planificadas han intentado hundir la estabilidad política interna de Kazajistán y a largo plazo desestabilizar la frontera sur de nuestro país”, explicó.
Estos “bandidos” y “terroristas” han provocado la muerte de “personas inocentes”, según el diplomático, que ha resaltado el fracaso del intento. “Esta es una lección para quienes se atrevan a amenazar la libertad y seguridad de los amigos de Rusia, para quienes crucen las ‘líneas rojas’ de los intereses de la política exterior rusa y de nuestros aliados”, remarcó.
Así, calificó de “estupidez” los llamamientos de Estados Unidos y sus aliados a abrir un diálogo con los manifestantes. “No puede haber negociaciones con asesinos y terroristas. Como dijo el presidente Vladimir Putin, hay que perseguirlos y eliminarlos”, argumentó Borodavkin.
Para el embajador ruso “no cabe duda de que fuerzas hostiles a la república de fuera del país han participado en todo esto”, al tiempo que alertó de una “conspiración” para elevar los precios del gas.
Además, el embajador ruso advirtió que “la Rusia de ahora no es la Rusia de los 90″ y destacó que las fuerzas rusas han llegado a Kazajistán “en cuestión de horas” desde la petición del presidente kazajo.
“En el otoño de 1941, tres divisiones kazajas, incluida la legendaria división Panfilov, fueron de inestimable ayuda en la victoria en la Batalla de Moscú. Las deudas se pagan, como se suele decir: 80 años después, las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa ayudan a salvar Almaty de la agresión terrorista gangsteril”, subrayó.
Mientras el contingente militar ruso comenzó a cumplir sus funciones, las autoridades kazajas intentaron este domingo sofocar los últimos focos de protesta y disturbios antigubernamentales en la república centroasiática.
“A día de hoy en todas las regiones la situación se ha estabilizado. Las fuerzas del orden han liberado todos los edificios administrativos”, dijo Erlan Turgumbaev, ministro del Interior, en una alocución televisada.
Por primera vez desde el 4 de enero, la mayor república centroasiática dejó de contener la respiración, aunque sigue la incertidumbre sobre el número de muertos.
Medios locales informaron de 164 muertos, 103 de ellos en el epicentro de los disturbios, Almaty, pero seguidamente el Ministerio de Sanidad negó que él hubiera dado esa información.
Hasta ahora se hablaba de 26 civiles, 16 policías y dos soldados muertos, a lo que hay que sumar las 83 personas que se encuentran en estado grave en el hospital.
Hoy, domingo, se conoció la muerte de otra menor, una niña de cuatro años que recibió un disparo cuando iba dentro de un coche en Almaty, donde la población denunció la presencia de fracontiradores entre los asaltantes.
Con información de Europa Press y EFE
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