El cierre de escuelas más prolongado del mundo por el COVID llega a su fin: 15 millones de alumnos estuvieron casi dos años sin clases

Desde marzo de 2020, los estudiantes ugandeses dejaron de recibir educación por la pandemia de coronavirus. Las primeras consecuencias son el crecimiento del trabajo infantil y la deserción escolar

Guardar
Shamim Mwanaisha, una madre en Uganda le enseña a los estudiantes programacion, aviación, el espacio y el cambio climático durante una sesión particular en su casa, a mediados del 2021. 
 REUTERS/Abubaker Lubowa
Shamim Mwanaisha, una madre en Uganda le enseña a los estudiantes programacion, aviación, el espacio y el cambio climático durante una sesión particular en su casa, a mediados del 2021. REUTERS/Abubaker Lubowa

Si bien el presidente Yoweri Museveni levantó restricciones en septiembre del año pasado, las escuelas permanecieron cerradas hasta este pasado lunes. En octubre del año pasado, advirtió que las escuelas abrirían comienzos del año próximo, sin importar el esquema de vacunación completo del país.

El ministro de Educación, John Muyingo, indicó que todos los estudiantes retomarán sus estudios en el mismo lugar de donde lo dejaron en 2020. También, advirtió las cuotas de los establecimientos privados se van a mantener en precios previos a la pandemia.

“Todas las escuelas han implementado protocolos muy estrictos y procedimientos operativos para asegurar que el retorno a las escuelas sea seguro para los niños”, le dijo al cable de noticias AFP.

Sin embargo, grupos de defensa de los derechos de los niños criticaron la decisión de mantener las escuelas parcial o totalmente cerradas durante 83 semanas, la suspensión más larga registrada en todo el mundo durante la pandemia.

Fridah Namuganza, una estudiante del secundario en Uganda, trabaja como moza en un restaurante tras el cierre de colegios. 
REUTERS/Abubaker Lubowa
Fridah Namuganza, una estudiante del secundario en Uganda, trabaja como moza en un restaurante tras el cierre de colegios. REUTERS/Abubaker Lubowa

Durante la pandemia, muchísimos niños entre la primaria y la secundaria han entrado al mundo del trabajo infantil para ayudar a su familia y no van a volver a estudiar. Otros estudiantes, se preocupan de no poder ponerse al dia una vez que vuelvan las clases.

Los trabajos infantiles pueden variar entre la minería, vendedores ambulantes y trabajadores en plantaciones de azúcar. Según la agencia NPA, que se especializa en la planificación de familias, mas del 30% de los estudiantes no van a volver a la escuela, por casos de embarazo, casamiento infantil y trabajo infantil.

Save the Children, la ONG internacional, indicó que los estudiantes van a tener dificultades para adaptarse y advirtió que en las próximas semanas puede haber altas tasas de deserción. Según sus números, uno de cinco estudiantes en países vulnerables, incluyendo Uganda, abandonaron el colegio por embarazos, casamientos y trabajos infantil. Esto en la pandemia, se incrementó.

Durante marzo de 2020, y junio del año pasado, el país reportó un incremento del 22,5% en embarazos, con un rango de edad entre 10 y 24 años según UNICEF.

EPA/DANIEL IRUNGU/Archivo
EPA/DANIEL IRUNGU/Archivo

No solo los estudiantes han sufrido el cierre de escuelas, sino que también muchísimos profesores cambiaron sus carreras para ayudar a sus familias, y algunas instituciones han sido remodeladas entre hoteles, y restaurantes.

Uganda ha registrado 153.762 casos de COVID y 3.339 muertes, según los últimos datos del gobierno publicados el 7 de enero. Si bien el presidente Museveni anunció la posibilidad de vacunarse en su país con 4,7 millones de vacunas, y una promesa de 23 millones mas antes de fin de año, la población se rehusa a vacunarse.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar