Al menos 164 personas perdieron la vida en los violentos disturbios ocurridos en la última semana en Kazajistán, según han confirmado este domingo las autoridades locales. No está claro si las muertes se refieren solo a civiles o si se incluyen las muertes de las fuerzas del orden. Las autoridades kazajas dijeron el domingo que 16 policías o guardias nacionales habían muerto. Anteriormente, las autoridades dieron el número de muertos civiles como 26.
El Ministerio de Sanidad kazajo ha anunciado el dato a través del portal coronavirus2020.kz poco después de que la agencia de noticias rusa Sputnik divulgara la cifra.
Del total de 164 fallecidos, 103 corresponden a Almaty, la ciudad más poblada del país y epicentro de las protestas. Entre ellos hay dos menores de edad.
Le siguen las provincias de Kizilorda, Zhambil y Almaty, con 21, 10 y 8 fallecidos, respectivamente.
También este domingo, la Policía de Almaty ha informado de la detención en las últimas horas de 20 personas armadas que estaban en posesión de 40 armas, incluidas 25 pistolas Makarov, cinco fusiles de asalto Kalashnikov y escopetas recortadas. Igualmente se ha informado de detenciones en la ciudad de Shimkent, unos 400 detenidos, y de Taraz, 150 arrestos.
Por otra parte, la oficina del presidente, Kassym-Jomart Tokayev, dijo también el domingo que arrestó a cerca de 5.800 personas en las protestas. El orden quedó estabilizado y las autoridades han recuperado el control de los edificios administrativos ocupados por los manifestantes, algunos de los cuales fueron incendiados, agregó.
La televisora rusa Mir-24 reportó disparos esporádicos en Almaty, la ciudad más grande del país, el domingo, pero señaló que no estaba claro si eran tiros de advertencia de las fuerzas de seguridad. Tokayev dijo el viernes que había autorizado que policía y ejército disparasen a los inconformes para restaurar el orden.
El aeropuerto de Almaty, que había sido tomado por los manifestantes la semana pasada, seguía cerrado, pero se espera que reanude sus operaciones el lunes.
Las protestas por el fuerte incremento del precio del gas licuado de petróleo comenzaron el 2 de enero en el oeste del país y pronto se propagaron por todo el país en un aparente reflejo de un descontento que va más allá del costo del combustible.
Kazajistán está gobernado por el mismo partido desde que se independizó de la antigua Unión Soviética en 1991. Cualquiera que aspire a oponerse al ejecutivo es reprimido, marginado o cooptado, y los problemas económicos son generalizados a pesar de las enormes reservas de petróleo, gas natural, uranio y minerales de la nación.
Tokayev sostiene que las movilizaciones fueron provocadas por “terroristas” con respaldo extranjero, aunque las protestas no han dado indicios de tener un líder o una organización detrás. Entre los detenidos había “un número de considerable ciudadanos extranjeros”, explicó el comunicado de su oficina el domingo, que no ofreció más detalles.
No estuvo claro cuántos de los arrestados seguían bajo custodia policial el domingo.
A pedido de Tokayev, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva —una alianza militar de seis ex estados soviéticos liderada por Rusia—, autorizó el envío a Kazajistán de alrededor de 2.500 soldados, en su mayoría rusos, como fuerzas de paz.
El Gobierno kazajo ha achacado parte de los disturbios a elementos terroristas bajo influencia extranjera y ha declarado el estado de emergencia en Almaty, uno de los epicentros de las confrontaciones, que comenzaron con las protestas contra la subida de precios del gas licuado.
El estado de emergencia estará en vigor hasta el 19 de enero y se ha instaurado además un toque de queda entre las 23.00 y las 7.00 horas. El presidente, Kasim Jomart Tokayev, ordenó el 7 de enero “disparar a matar” contra cualquier elemento violento y anunció un paquete de reformas en respuesta a las demandas de los manifestantes pacíficos.
EL PEDIDO DEL PAPA
Francisco lamentó hoy que se hayan registrado víctimas mortales en las protestas que tienen lugar en Kazajistán y pidió que se utilice “el diálogo” y “la justicia” para que la “armonía social” regrese cuanto antes al país.
”He sabido con dolor que ha habido víctimas durante las protestas surgidas en los últimos días en Kazajistán”, dijo Francisco, que aseguró que “ora por ellas y por sus familiares” al término del rezo del Ángelus dominical, ante las varias decenas de fieles reunidos en la plaza de San Pedro.
Varias decenas de personas han muerto en las mayores protestas en 30 años de independencia, según las autoridades, a los que hay que sumar más de cuatro mil detenidos.
”Deseo que se reencuentre lo antes posible la armonía social a través de la búsqueda del diálogo, de la justicia y del bien común”, añadió el pontífice, que confío “la protección del pueblo kazajo a la Virgen Reina de la paz de Oziornoje”.
Las protestas estallaron a principios de año de manera pacífica debido a la subida de los precios del gas, pero desembocaron en violentos disturbios en varias ciudades del país más rico de Asia Central.
(con información de AFP, EP y EFE)
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