Al menos tres personas murieron este jueves en una nueva jornada de protestas en Jartum, donde miles de manifestantes pidieron un Gobierno civil tras la dimisión del primer ministro Abdala Hamdok, así como la caída de los militares que perpetraron el golpe de Estado en Sudán el pasado 25 de octubre.
El sindicato opositor Comité de Médicos informó en su cuenta oficial de Twitter que tres personas fallecieron, cuyas identidades no han sido reveladas, durante las manifestaciones de hoy, lo que aumenta así a 60 los muertos en las protestas desde la asonada.
Dos de los fallecidos perecieron en la ciudad de Om Durman, vecina a la capital, de disparos en la cabeza y en las piernas, mientras que un tercero perdió la vida en Jartum Norte tras recibir un disparo en el pecho por parte de las “fuerzas golpistas”, indicó el Comité de Médicos, que contabiliza las víctimas en las protestas desde el derrocamiento del dictador Omar al Bashir, en 2019.
Según la agencia oficial de noticias sudanesa, SUNA, se vive en la capital desde este mediodía una protesta convocada por los coordinadores de los comités de resistencia en las que los manifestantes han coreado consignas pidiendo un gobierno civil, sin dar más detalles.
Entretanto, Netblocks, portal con sede en Londres que controla la censura en Internet, informó a través de su cuenta oficial de Twitter del corte total de internet móvil en el país, un movimiento usual por parte de las autoridades sudanesas ante la convocatoria de grandes marchas, aunque a última hora de la tarde regresaron los servicios de telecomunicación, según constató la agencia EFE.
Anoche, el general Al Taher Abu Haja, portavoz del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, Abdelfatah al Burhan, dijo en un comunicado que el país necesita más que nunca “el consenso de las fuerzas políticas”, y afirmó que acogen la voluntad internacional para salir de la crisis, aunque la solución debería ser tratada por las partes sudanesas, según SUNA.
Esta es la segunda jornada de manifestaciones que se suceden en Sudán desde el pasado domingo, día en el que Hamdok presentó su dimisión al mes de haber alcanzado un acuerdo con los militares para volver a ocupar el puesto del que había sido expulsado en el golpe de Estado y dejando al país africano, uno de los más pobres del mundo, sumido en la incertidumbre en su periodo de transición.
La subsecretaria de Estado estadounidense para Asuntos Africanos, Molly Phee, instó este miércoles al diálogo entre las partes para superar la crisis actual en Sudán.
El vicepresidente del Consejo soberano, el general Mohamed Hamdan Dagalo (alias Hemedti), recibió una llamada de Phee en la que la representante estadounidense insistió en la necesidad de cumplir con todos los pasos para lograr la transición democrática en el país hasta la celebración de las elecciones al final del periodo de transición, previsto para 2023, según la agencia.
Phee aseguró el “interés de su país en colaborar y coordinar con el Gobierno de Sudán para que la fase transitoria tenga éxito”, indicó que apoya “un diálogo sudanés-sudanés para superar la crisis actual”, y reafirmó “la disposición de su país y la comunidad internacional para apoyar a Sudán en esta transición”, según la agencia.
Por otro lado, Hemedti expresó el deseo de que Estados Unidos continúe con “sus esfuerzos para ayudar a Sudán” con el objetivo de que la transición democrática continúe.
Asimismo, señaló que “la salida de la crisis que atraviesa el país radica en un diálogo global que lleve a un acuerdo nacional que incluya a todos los sudaneses”, apuntó SUNA.
En su cuenta oficial de Twitter, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que para superar la crisis actual en Sudán, las “partes interesadas” deben “encarecidamente comprometerse a un diálogo inmediato, encabezado por los sudaneses y facilitado internacionalmente”.
“Las fuerzas de seguridad deben dejar de usar fuerza letal contra los manifestantes y comprometerse con una investigación independiente”, concluyó.
Por su parte, la ONU, a través de su enviado especial Volker Perthes, está tratando de impulsar un consenso entre distintos grupos para solucionar la crisis en Sudán.
Perthes está en contacto con “todos los actores relevantes”, tanto grupos civiles como con el Ejército, para buscar “construir la confianza, reducir las brechas y alcanzar un consenso sobre una solución viable”, explicó a los periodistas el portavoz Stéphane Dujarric.
Entre otros, el enviado de Naciones Unidas se ha reunido con Hamdok y con el líder militar y actual hombre fuerte de Sudán, Abdelfatah al Burhan.
La organización, dijo Dujarric, insta a todos los sudaneses a encontrar terreno común para una solución que “cumpla con las legítimas aspiraciones democráticas” de la población.
(Con información de EFE)
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