La Unión Europea, la ONU y los Estados Unidos expresaron este jueves su preocupación por los disturbios sin precedentes registrados en Kazajistán que dejaron decenas de muertos y miles de heridos. El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, pidió a su homólogo kazajo, Mukhtar Tileuberdi, una “resolución pacífica”.
En una llamada telefónica, “el secretario de Estado reiteró el pleno apoyo de Estados Unidos a las instituciones constitucionales y a la libertad de los medios de comunicación, y abogó por una resolución pacífica y respetuosa con los derechos de la crisis”, según un comunicado de su oficina.
Por su parte, la UE está “muy preocupada” por la situación en Kazajistán y por la presencia de tropas extranjeras en ese país de Asia central convulsionado por los disturbios, afirmó el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
“Los derechos y la seguridad de los civiles deben ser garantizados. La asistencia militar extranjera evoca recuerdos de situaciones que deben evitarse”, escribió Borrell en Twitter, tras el envío a Kazajistán de efectivos de Rusia y de sus aliados de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC).
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, llamó a todas las partes en conflicto a “abstenerse de la violencia” y clamó por una “resolución pacífica” de la crisis.
“La gente tiene derecho de manifestarse pacíficamente y expresarse libremente. Por otro lado, los manifestantes, por muy enojados o descontentos que estén, no deben recurrir a la violencia”, dijo Bachelet en un comunicado, en el que pidió la liberación de las personas detenidas “por ejercer su derecho a manifestarse pacíficamente”.
Bachelet indicó que todas las denuncias de violaciones a los derechos humanos deben ser objeto de una investigación rápida, independiente y exhaustiva.
La Alta Comisionada insistió en que las fuerzas de seguridad extranjeras llevadas al país, a instancias de las autoridades, para “mantener y restablecer el orden público” también deben respetar el derecho internacional.
La alta funcionaria de la ONU también pidió a las autoridades que restablezcan internet, destacando que esta red es esencial para los servicios de salud de emergencia, en el contexto de la pandemia del COVID-19.
“El corte de internet que tiene como efecto una restricción del acceso de las personas a la información y de su derecho a la libertad de expresión, de reunión y de participación, además de otra serie de derechos, no es la respuesta a la crisis y corre el riesgo de alimentar la violencia y los problemas”, afirmó Bachelet.
Kazajistán está sacudido desde hace varios días por una ola de protestas contra un alza del precio del gas, que derivó en disturbios que han dejado decenas de muertos.
La cólera, que comenzó el domingo en zonas provinciales por el aumento de los precios del gas, se extendió a la mayor ciudad del país, Almaty, donde se convirtió en revuelta, con los manifestantes tomando edificios del gobierno y, brevemente, el aeropuerto, a medida que aumentaban los saqueos.
Al menos 18 miembros de las fuerzas de seguridad murieron y 748 resultaron heridos en los disturbios, informaron el jueves las agencias de noticias rusas, citando al Ministerio del Interior kazajo.
Un balance anterior cifraba en 13 el número de muertos y en 353 el de heridos miembros de las fuerzas de seguridad de esta ex república soviética.
Según la misma fuente, el número de personas detenidas en relación con los disturbios ha ascendido a 2.298, frente a las 2.000 anteriores.
Ante el caos, la vecina Rusia y sus aliados de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) anunciaron el jueves el envío a Kazajistán del primer contingente de una “fuerza colectiva de mantenimiento de la paz”, a petición del gobierno autoritario de este país centroasiático.
(Con información de AFP)
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