Canadá anunció el martes un acuerdo por 31.500 millones de dólares para reformar su discriminatorio sistema de bienestar infantil y compensar a las familias indígenas que sufrieron por su causa.
El acuerdo en principio incluye 20.000 millones de dólares canadienses (15.700 millones de dólares) para los niños indígenas separados de sus familias y cuidadores y puestos bajo cuidado estatal, generalmente en escuelas que los integraban forzosamente.
Los otros 20.000 millones de dólares canadienses serán para reformar los servicios para la niñez y la familia los próximos cinco años.
”Ningún dinero podrá compensar el trauma que sufrió la gente”, afirmó Patty Hajdu, ministra de Servicios Indígenas.
”Pero estos acuerdos reconocen ante los sobrevivientes y sus familias el daño y el dolor causados por la discriminación en el financiamiento y los servicios”, agregó.
El acuerdo surgió de las demandas planteadas por familias indígenas contra el gobierno canadiense, y reconoce que el “financiamiento discriminatorio” de los servicios de niñez y familia en las comunidades indígenas causó sufrimiento a los involucrados.
Pese a ser menos de 8% de los menores de 14 años, los indígenas son más de la mitad de los niños en cuidado temporal de Canadá, según un censo de 2016. En las últimas tres décadas, al menos 150.000 niños indígenas fueron separados de sus hogares y llevados a una de las 139 escuelas residenciales.
Miles murieron, en su mayoría de desnutrición, enfermedades o negligencia, en lo que un comité de verdad y reconciliación llamó “genocidio cultural” en un informe de 2015. Otros fueron abusados física o sexualmente.
Tras el descubrimiento tumbas sin marca en estas escuelas, Canadá comenzó a asimilar el trauma nacional.
El ministro a cargo de las relaciones con los indígenas, Marc Miller, calificó el acuerdo del martes como “el mayor arreglo en la historia de Canadá”.
En 2019, un tribunal ordenó al gobierno pagar 40.000 dólares canadienses (USD 31.434) por cada niño separado de su familia y enviado a hogares de acogida por fuera de su comunidad indígena.
Ottawa pidió a un tribunal federal de apelaciones en septiembre que revocara el fallo, mientras buscaba un acuerdo negociado. Esas conversaciones aún están en curso.
En este contexto, los descubrimientos de más de 1.300 tumbas sin identificar en antiguos internados indígenas, donde muchos estudiantes sufrían desnutrición y abusos, han puesto de relieve un impulso para la reconciliación con los 1,7 millones indígenas de Canadá.
Los graves descubrimientos reavivaron el trauma sufrido por unos 150.000 niños amerindios, mestizos e inuit que fueron apartados de sus familias, su lengua y su cultura y reclutados a la fuerza en 139 internados de todo el país hasta la década de 1990.
Muchos de ellos fueron sometidos a malos tratos o abusos sexuales y más de 4.000 murieron, según una comisión de investigación que concluyó que Canadá había cometido un “genocidio cultural”.
“Dinero no significa justicia”, dijo la jefa nacional de la Asamblea de las Primeras Naciones, RoseAnne Archibald, sobre la compensación asignada después de que se filtró el lunes. “Sin embargo, indica que estamos en el camino de la curación”.
(con información de AFP)
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