El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, aprovechó este lunes el regreso de diez fragmentos al Museo de la Acrópolis, hasta ahora expuestos en el Museo Arqueológico Nacional para mandar un mensaje rotundo pidiendo la devolución de todas las esculturas del Partenón.
”La reunificación de las Esculturas del Partenón no es una cuestión de distancia porque, bien sea que se encuentren aquí en Atenas o en cualquier otra parte del mundo, su destino solo puede ser la Roca Sagrada (la Acrópolis) y este gran museo”, señaló Mitsotakis desde la Sala del Partenón.
El primer ministro recalcó que el regreso de las piezas que se encuentran en el Museo Británico “es una solicitud de la UNESCO y una solicitud ya de la mayor parte de la opinión pública también en el Reino Unido”.
Mitsotakis añadió que se trata de un cuestión que “entiende personalmente” el primer ministro británico, Boris Johnson, con quien intercambió puntos de vista en su reciente reunión.
Respecto a Johnson, subrayó: “Habiendo él mismo recibido estudios clásicos y siendo un aficionado de la antigua Grecia, estoy seguro de que no bloqueará ningún posible acuerdo futuro, levantando cualquier posible obstrucción política”.
”Si es necesario -concluyó Mitsotakis sobre la predisposición de Johnson- modificando la ley británica sobre museos para facilitar la reunificación de las esculturas del Partenón”.
Los diez fragmentos instalados hoy junto al resto de piezas, hasta ahora conservados en el Museo Arqueológico Nacional en Atenas, proceden del frisio, las metopas y los frontones del Partenón.
Uno de ellos, la parte superior de una cabeza joven, está conectado con la figura del segundo supervisor izquierdo de la procesión Panatenaica, representada en la piedra VII del friso oriental y se trata del único fragmento de la piedra auténtica en el Museo de la Acrópolis, ya que el resto está en el Museo del Louvre, en París.
La ministra griega de Cultura, Lina Mendoni, presente en el acto, destacó que el retorno de estas piezas no es solo simbólico, sino también “absolutamente imprescindible”, como parte de la lucha de Grecia por la repatriación de todas las esculturas del Partenón.
A comienzos del siglo XIX, los mármoles viajaron al Reino Unido cuando el embajador británico del Imperio Otomano, Thomas Bruce, más conocido como Lord Elgin, que se definía como un amante de las antigüedades, consiguió el permiso del sultán para llevarse parte de las metopas y del friso interior del Partenón.
Lo vendió a su Gobierno por 35.000 libras (47.044,55 dólares) y desde 1939 estas joyas se exponen en el Museo Británico, mientras que el Museo de la Acrópolis tan solo exhibe copias.
(con información de EFE)
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