El levantador de peso iraní Amir Asadolazadé ha asegurado que huyó del país tras recibir presiones para llevar una camiseta con la imagen del general Qasem Soleimani, muerto en un bombardeo estadounidense en Irak en enero de 2020. Asadolazadé solicitó asilo en Noruega en noviembre.
“Me negué a llevar la camiseta y me amenazaron: si lo rechazas, cuando vuelvas a Irán tú y tu familia tendréis problemas”, contó Asadolazadé en una entrevista con la CNN.
“Serás tratado como alguien que está en contra del régimen, que ha rechazado colaborar con nosotros. Además tu vida correrá peligro”, ha citado el laureado deportista en referencia a un representante del régimen iraní dentro de la Federación Internacional de Levantamiento de Peso como responsable de estas amenazas.
El año pasado Asadolazadé ya provocó cierta polémica cuando dedicó su bronce en el Campeonato Mundial de Liga de Clubes al personal sanitario que lucha contra el coronavirus en lugar de la esperada dedicatoria a Soleimani, como suelen hacer obligados el resto d elos deportistas.
Ahora asume que quizá no vuelva a ver a su esposa y a su familia. “El régimen de la República Islámica está intentando obligar a los deportistas a implicarse en política. Pido al Comité Olímpico Internacional y a todas las organizaciones implicadas que ayuden a los deportistas iraníes y no acepten que se les obligue a estar lejos de su país, su hogar, solo porque no tienen otra opción que marcharse”, ha añadido Asadolazadé.
Otro deportista exiliado iraní, Sardar Pashaei, ha asegurado que se trata de un ejemplo más de la presión del Gobierno para convertir al deporte en una herramienta política. “¿Qué otro país del mundo obliga a un deportista a llevar la imagen de una figura política o militar y castiga a quien no lo haga?”, ha afirmado en declaraciones al diario israelí ‘The Jerusalem Post’.
Pashaei es el director de Unidos por Navid, una organización que denuncia la ejecución del campeón de lucha iraní Navid Afkari. El propio Pashaei fue campeón de lucha greco-romana y entrenador del equipo olímpico iraní de esta disciplina, muy popular en Irán.
Para Pashaei, el Comité Olímpico Internacional (COI) “no toma medidas para apoyar a los deportistas”. “Por eso vamos a ver más casos de atletas en situaciones peligrosas”, ha asegurado.
Un jugador de waterpolo iraní, Amir Dehdari, rechazó asistir a una recepción con el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, y fue detenido y azotado. Un vídeo con las laceraciones en espalda y piernas fue publicado poco después, informa la CNN.
(con información de EP)
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