Emmanuel Macron advirtió que se vienen semanas difíciles en la lucha contra el COVID-19 en Francia

El mandatario agradeció por su esfuerzo al personal implicado en la batalla contra la pandemia y resaltó su deseo de ver “el fin de la pandemia” en 2022

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Foto de archivo: El presidente
Foto de archivo: El presidente francés Emmanuel Macron en una rueda de prensa en Budapest, Hungría, el 13 de diciembre de 2021 (REUTERS/Bernadett Szabo)

El presidente francés, Emmanuel Macron, señaló este viernes en su discurso anual con motivo del Año Nuevo que “vienen semanas difíciles” en la lucha contra el covid, cuando se registraron el viernes 232.200 positivos en todo el país.

“Vienen semanas difíciles”, dijo Macron que recordó que frente a la situación de la Nochevieja anterior, cuando había restricciones sociales y toque de queda, la vacuna permite ahora mirar al futuro con optimismo.

“Soy optimista para el año que viene, pero no solo para 2022, también para los años siguientes”, dijo tras agradecer su esfuerzo al personal implicado en la batalla contra la pandemia y mostrar su deseo de ver en 2022 “el fin de la pandemia” y de este “día sin fin”.

En un discurso en el que adquirió tono de precampaña, con vistas a la elección presidencial que tendrá lugar en abril y para la que Macron no ha confirmado aún formalmente su candidatura, el jefe del Estado defendió su mandato desde su llegada al Elíseo en 2017.

Destacó que los niveles de paro no han sido tan bajos desde hace diez años, defendió su apuesta por la reindustrialización y, en vísperas de la presidencia francesa de turno de la Unión Europa, este sábado, insistió en que Europa “es una herramienta de esperanzas para todos”.

“Sin Europa no hubiéramos podido construir un plan de recuperación de los más beneficiosos del mundo ni conocer los objetivos de creación de empleo que vemos”, apuntó.

Emmanuel Macron en una fotografía
Emmanuel Macron en una fotografía de archivo (EFE/EPA/STEPHANIE LECOCQ / POOL)

Los primeros sondeos de intención de voto de cara a las elecciones de abril sitúan a Macron como favorito frente a la candidata de la derecha Valérie Pécresse, seguida muy de cerca y con porcentajes similares por los aspirantes de ultraderecha, Marine Le Pen y Éric Zemmour.

En un contexto en el que la derecha copa casi la mitad de la intención de votos y el discurso gira en torno a la seguridad y la inmigración, Macron ensalzó los valores de libertad y solidaridad para superar los desafíos contemporáneos.

“2022 será un año de acción para Francia, actuaré para lo que me habéis elegido hasta el último día”, dijo, pero avanzó sus planes en caso de reelección, sin decirlo directamente: “Tendremos que preparar el futuro, invertir en la tecnología del futuro, en educación, cultura (...) tomar decisiones contra el islamismo radical (...) garantizar nuestros compromisos climáticos”.

RESISTENCIA Y TOLERANCIA

“Mantengámonos fiel al espíritu de resistencia, de tolerancia y a la elección de nuestro futuro común, lo que siempre nos ha inspirado”, añadió.

Se adelantaron a su discurso los candidatos oficiales a las presidenciales, como Le Pen y Zemmour, que lanzaron este viernes a primera hora un mensaje político en oposición a Macron, mientras que la socialista Anne Hidalgo invitó a los franceses a seguir su camino de “valor y justicia”.

Pero frente a ellos, Macron intenta jugar la carta del optimismo, concentrándose en los logros y en el progreso, como alternativa al discurso de miedo impuesto principalmente desde la derecha.

Foto de archivo: Personas esperan
Foto de archivo: Personas esperan en fila para realizarse pruebas para COVID-19 en París, Francia, el 23 de diciembre de 2021 (REUTERS/Christian Hartmann)

El mandato de Macron empezó como una apisonadora de reformas económicas pero se vio en seguida frenado por las numerosas protestas sociales y el nacimiento del movimiento de los “chalecos amarillos”, dividido ahora, y cerrará marcado por dos años de gestión concentrados en la pandemia.

Los datos del virus en Francia no son halagüeños: a los más de 232.000 casos, nuevo récord de contagios diarios, se suma una tasa de incidencia de 1.251 positivos por cada 100.000 habitantes en la última semana, para lo que el Gobierno ha aprobado restricciones, principalmente la limitación de aforos y obligación de teletrabajo tres días a la semana.

El pico de esta quinta oleada, con la que ahora mismo hay más de 18.000 personas hospitalizadas, se espera a finales de enero o principios de agosto.

Con información de EFE

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