Bielorrusia declaró este jueves como “extremista” al canal de la plataforma Telegram de la organización pro Derechos Humanos bielorrusa Viasna, según informó la Dirección General de Lucha contra el Crimen Organizado y la Corrupción del Ministerio del Interior del país.
“Los productos de información del canal de Telegram Viasna y sus análogos en los medios sociales y otras fuentes se reconocieron como materiales extremistas”, señaló el organismo en su canal de Telegram, según informó la agencia de noticias rusa Sputnik.
Según un decreto del régimen de Bielorrusia que entró en vigor el 15 octubre, el Ministerio del Interior debe publicar en su sitio web las listas de organizaciones, formaciones y personas involucradas en las actividades extremistas.
El documento establece las condiciones legales para reconocer una actividad como extremista, incluidas las realizadas a través de Internet, las redes sociales y la mensajería instantánea.
Los suscriptores de los canales de Telegram reconocidos como extremistas serán equiparados a miembros de un grupo extremista y podrían enfrentarse a sanciones penales.
El dictador Alexandr Lukashenko, anunció hace dos semanas la ilegalización de todas las organizaciones no gubernamentales opositoras, a las que acusó de recibir financiación extranjera y preparar un golpe de Estado en el país.
“No hay perdón para los traidores. Aquellos que intentaron dar un vuelco al país (...) no tendrán perdón. Los detectamos por decenas y por cientos. Ilegalizamos todas las organizaciones financiadas desde el exterior y que preparaban una rebelión y un golpe de Estado”, afirmó, citado por la agencia BELTA.
Según Lukashenko, estas organizaciones “jamás serán restablecidas” aunque pidan recuperar el estatus legal.
Con ello, el dictador bielorruso, considerado el último dictador de Europa, puso punto final al acoso de todas las ONG opositoras que le plantaron cara tras las elecciones presidenciales de agosto de 2020, en las que fue declarado ganador por amplio margen, resultado calificado de fraudulento por la oposición y Occidente.
No conforme con reducir a las ONG, Lukashenko se centró en los funcionarios bielorrusos y afirmó que Bielorrusia necesita “más que nunca” ser un país monolítico con dirigentes que cumplan bien sus funciones.
“Tenemos muchos dirigentes que asumen posiciones antigubernamentales”, alertó.
Lukashenko afirmó que “todos deben tener su propio punto de vista y ustedes los tienen. Asumo esto como una condición por defecto. Pero, queridos míos, todos nosotros, los que estamos sentados en esta mesa, y los dirigentes a los que me referí, están limitados por determinados marcos, los marcos de su cargo”.
(Con información de Europa Press y EFE)
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