El hombre que estaba siendo investigado por el incendio premeditado en una clínica de Osaka, en el oeste de Japón, en el que fallecieron 25 personas, murió este jueves tras dos semanas hospitalizado en estado grave.
El hombre de 61 años, identificado como Morio Tanimoto, estaba en estado crítico por intoxicación por monóxido de carbono y murió en torno a las 19:00 hora local (10:00 GMT) de este jueves, según revelaron fuentes policiales a la cadena pública japonesa NHK.
Tanimoto fue una de las 27 personas que fueron trasladadas al hospital sin signos vitales a raíz del incendio del pasado 17 de diciembre en una clínica de medicina interna y psiquiatría ubicada en un céntrico barrio de la ciudad, y con él se elevan a 26 los muertos, mientras otra persona permanece en estado crítico con pronóstico reservado.
La policía, que no logró hablar con el hombre, lo investigaba por incendio premeditado y asesinato, tras hallar indicios en su casa de que trataba de emular incidentes similares recientes con víctimas numerosas, como el incendio provocado en 2019 en el estudio de animación Kyoto Animation (KyoAni), en el que murieron 36 personas.
La investigación no ha logrado determinar, no obstante, cuál habría sido el móvil del ataque ni encontró ningún problema entre Tanimoto y la clínica que pudiera haber desencadenado el suceso.
Las imágenes de las cámaras de seguridad de aquel día muestran que el incendio estalló entre uno y dos minutos después de la llegada de Tanimoto.
Según el relato de varios testigos, el hombre colocó una bolsa en el área de recepción, que aparentemente contenía gasolina, y las llamas se elevaron rápidamente tras agacharse a manipularla.
Los investigadores encontraron un mechero quemado en el punto en el que se originaron las llamas y creen que el lugar en el que se colocó Tanimoto, delante de las únicas escaleras que había, fue intencionadamente seleccionado para evitar que la gente escapara.
Éste es uno de los incendios recientes más mortíferos del país asiático, junto al de KyoAni; el fuego provocado en 2008 en un videoclub que dejó 16 muertos, también en Osaka; y el incendio no intencionado en un edificio comercial del barrio tokiota de Kabukicho en 2001 en el que fallecieron 44 personas.
(Con información de EFE)
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