Una quincena de países europeos y Canadá condenaron este jueves el despliegue de mercenarios de la empresa paramilitar rusa Wagner en Mali y denunciaron que cuentan con apoyo del gobierno ruso.
“Condenamos enérgicamente el despliegue de mercenarios en territorio de Mali”, subrayan los países firmantes, entre ellos Alemania, Francia y Reino Unido, al tiempo que denunciaron “la implicación del gobierno de la Federación de Rusia en el suministro de apoyo material para el despliegue”.
En el comunicado, además, “lamentan profundamente” la elección de las autoridades malienses de utilizar “fondos públicos ya escasos” para pagar a mercenarios extranjeros en lugar de apoyar a sus fuerzas armadas en la lucha contra grupos yihadistas.
“Este despliegue sólo puede deteriorar aún más la situación de seguridad en África Occidental, conducir a un agravamiento de la situación de los derechos humanos en Mali (y) amenazar el acuerdo de paz y reconciliación en Mali”.
“Somos consciente --advierte además-- de la participación del gobierno de la Federación de Rusia en la prestación de apoyo material al despliegue del grupo Wagner en Mali y exhortamos a Rusia a volver a un comportamiento responsable y constructivo en el región”.
Hace dos semanas, EEUU se mostró “alarmado” ante el posible despliegue en Malí del Grupo Wagner, “conocido por sus actividades desestabilizadoras y sus abusos de los Derechos Humanos”, ya que “no traerá la paz” al país africano, por lo que ha instado a las autoridades a “no desviar los escasos recursos” para pagar a los mercenarios rusos.
El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, ha indicado que el acuerdo que habrían firmado las autoridades malienses con el grupo, vinculado al Kremlin, “desvía dinero que podría utilizarse para apoyar a las Fuerzas Armadas y los servicios públicos de Mali”, para alertar de que los países en los que ya se ha desplegado el grupo son “los más pobres, más débiles y menos seguros”.
Los casos de Libia, República Centroafricana, Ucrania y Siria son ejemplos del “impacto perjudicial” de la presencia de Wagner, donde ha “avivado el conflicto y aumentado la inseguridad e inestabilidad”, causando la muerte de soldados y civiles locales y socavando la soberanía nacional mientras agotaba los recursos estatales, en palabras de Price.
El grupo Wagner ha causado controversia por su participación en Siria, Libia, la República Centroafricana y el conflicto en el este de Ucrania. Mali es el epicentro de una insurgencia yihadista que comenzó en el norte del país en 2012 y se extendió tres años después a los vecinos Níger y Burkina Faso.
Miles de personas en toda la región han muerto y alrededor de dos millones han sido desplazadas. A pesar de la presencia de tropas francesas y de la ONU, el conflicto se extendió a los vecinos Burkina Faso y Níger.
La MINUSMA -Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí- comenzó su despliegue en el conflictivo estado del Sahel en 2013.
Cuenta con 16.500 efectivos, de los cuales 10.700 son soldados, según su página web.
La ONU afirma que la misión ha sufrido el mayor número de víctimas mortales de todas sus operaciones de mantenimiento de la paz en el mundo, con actos hostiles que han causado 146 muertes hasta el 31 de octubre.
(Con información de AFP)
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