Ante la creciente ralentización del crecimiento económico chino y la intensificación de la campaña del presidente Xi Jinping en contra de la especulación inmobiliaria, los inversores del gigante asiático están optando cada vez más por otros modos de asegurar su capital.
Si la compra de propiedades ha sido desde que se liberalizó el mercado inmobiliario chino en la década de los 90 una fuente de reserva de capital segura y más resistente a las fluctuaciones de mercado que otras opciones de inversión, en el último tiempo esto se ha modificado significativamente. El colapso del gigante inmobiliario chino Evergrande y de otros desarrolladores de propiedad, sumado a la activa campaña de Xi Jinping por redistribuir la propiedad de los grandes propietarios entre aquellos que no tienen acceso a la vivienda, ha llevado a una abrupta caída de los precios del mercado inmobiliario en los últimos meses.
Y mientras analistas e inversores estiman que la caída seguirá profundizandose, por lo menos hasta que la incertidumbre disminuya, los tenedores de capital están en busca de otras formas de resguardar su dinero. En este sentido, muchos se han volcado por la compra de relojes de lujo.
El diario estadounidense Financial Times ha dialogado con revendedores de este producto y estos le han confirmado el aluvión de nuevos compradores que han tenido este último año, que significó un aumento en las exportaciones de relojes suizos del 40% en los primeros 10 meses del 2021.
Una encuesta realizada en octubre por la consultora CSG Intage, basada en Hong Kong, encontró que el 88% de los adultos mayores que cuentan con un ingreso de 80 mil dólares anuales planea seguir comprando cada vez mas relojes de lujo, que tienen un valor promedio de 12 mil dólares. “La gama alta del mercado de la relojería es muy fuerte”, afirma Simon Tye, autor del estudio, al Financial Times. “Si vas a una tienda de Rolex ahora mismo, no tendrá suficientes [relojes] para vender a los clientes”, agregó.
Y esto es así ya que estos relojes se ven cada vez mas como una inversión y no como una forma de demostrar estatus social, como lo fueron históricamente, y también como una forma de resguardarse ante la inflación. Sam Yu, dueño de una fabrica de calentadores eléctricos y poseedor de dos departamentos también mantuvo charlas con el FT y explico porque ahora prefiere comprar relojes en vez de seguir comprando inmuebles: “Al cabo de dos años puedo vender el reloj para obtener un pequeño beneficio”, dice Yu, “no podré hacerlo con un departamento. Dada la incertidumbre política, puede llevarme muchos meses encontrar un comprador, a menos que ofrezca un gran descuento”.
Un tercer motivo para optar por la compra de relojes de este estilo es su portabilidad. Esto le permite a quienes los poseen poder trasladar grandes cantidades de dinero al exterior sin pasar por los mismos controles que supone una transacción de dinero bancarizado. David Wang, un vendedor de relojes de alta gama con base en Shanghai, cuenta al FT que varios de sus clientes gastaron decenas de miles de dólares en uno o mas modelos para poder evadir los controles de capital que imponen un limite de 50 mil dólares anuales para trasladar fuera del país. “Los funcionarios de aduanas no se darán cuenta de tu reloj o no sabrán cuánto vale”, dice Wang. “Eso crea una forma segura y eficiente de llevar tu dinero al extranjero”.
Mientras la incertidumbre alrededor del mercado inmobiliario chino continue en aumento y el gobierno de Xi Jinping persista en su intención de regular las propiedades con fines lucrativos -el politburó del Partido Comunista Chino reiteró recientemente la afirmación de Xi Jinping de que “las casas son para vivirlas, no para especular”-, los privados seguirán buscando formas de resguardar su dinero y buscando inversiones que signifiquen una renta mayor.
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