El tifón ‘Rai’, también conocido como ‘Odette’, ha dejado al menos 208 muertos en Filipinas, la mayoría en la provincia de las Visayas, y casi 500.000 desplazados, según el último balance de las autoridades. Además hay 107 personas heridas y 50 más desaparecidas.
El jefe de la Policía, el general Dionardo Carlos, ha dado la nueva cifra y ha explicado que la provincia de Visayas Centrales tiene el número más elevado de fallecidos, con 129.
En la provincia de Bohol hay 63 víctimas mortales y en Negros Occidental hay 24 fallecidos, mientras que el Consejo Nacional de Reducción del Riesgo y Gestión de Desastres de Filipinas (NDRRMC) ha dado cuenta de 16 muertes en la provincia de Cebú.
En la provincia de Surigao del Norte son 18 los fallecidos, según las autoridades regionales y no está claro si esta cifra está incluida en el balance general del NDRRMC.
El tifón azotó Filipinas desde el jueves y hasta el sábado con vientos de 195 kilómetros por hora. Ahora la Policía se ha desplegado para garantizar la seguridad en especial en supermercados, donde se están formando largas colas para adquirir suministros.
Además, los Guardacostas de Filipinas han informado del inicio de una operación de entrega de insumos a familias afectadas por la tormenta en Surigao del Norte: kits de higiene, alimentos, ropa, vitaminas, almohadas y mantas.
En cuanto al Gobierno, ha anunciado 2.000 millones de pesos (unos 40,03 millones de dólares) en ayudas para desplazados de las Visayas y Mindanao, ha explicado un portavoz presidencial, Karlo Nograles, citado por el periódico filipino ‘Inquirer’.
Nograles ha explicado que el presidente, Rodrigo Duterte, ha ordenado a las agencias gubernamentales “utilizar todos los medios públicos” para ayudar a los afectados por el paso de la tormenta, lo que incluye el envío de bienes por valor de 1.000 millones de pesos (20,01 millones de dólares) a las zonas afectadas mediante recursos militares.
Además, Nograles ha explicado que el Ministerio de Obras Públicas y Autopistas está ya trabajando para desbloquear las carreteras que han quedado cortadas.
Duterte visitó el sábado la isla de Siargao, las islas Dinagat y la ciudad de Maasin para comprobar en persona los daños provocados por ‘Rai’ y ha encargado al ministro de Bienestar Social y Desarrollo, Rolando Bautista, la gestión de la crisis en Surigao del Norte.
Cinco millones de personas se han quedado sin corriente eléctrica en todo el país debido al paso del tifón, que ha causado importantes daños en las islas Visayas y en Minadanao. El tifón ha causado estragos también en Malasia, aunque por el momento no hay datos concretos de víctimas.
(con información de EP)
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