Reino Unido registró este viernes por tercer día consecutivo un récord de contagios de COVID-19, con 93.045 nuevos casos registrados en 24 horas, según cifras de las autoridades sanitarias.
Reino Unido, que afronta según el primer ministro Boris Johnson un “tsunami” debido a la variante Ómicron, es uno de los países más castigados del mundo por la pandemia, con 147.048 muertos, de ellos 111 este viernes.
En las últimas horas, el consejero médico del Gobierno, Chris Whitty, ha advertido que la rápida expansión de la variante Ómicron hace prever que los récords en las cifras “van a ser batidos en muchas ocasiones durante las próximas semanas”.
Johnson ha impuesto desde esta semana en Inglaterra el uso de mascarillas en espacios interiores y la presentación de un certificado COVID para acceder a discotecas y grandes eventos, pero descarta por el momento nuevas restricciones.
El Gobierno no “quiere tomar decisiones por ustedes sobre su vida social”, respondió a los medios Johnson al ser cuestionado por la necesidad de reducir los contactos en los días previos a las festividades navideñas.
“Lo que decimos es que la gente debe ser cautelosa y reflexionar sobre sus actividades en el periodo previo a las Navidades. Nadie quiere contagiarse con la Ómicron, sentirse mal y verse obligado a aislarse”, dijo.
La “ruta más rápida hacia la normalidad”, añadió el jefe de Gobierno, es recibir una tercera dosis de refuerzo de la vacuna, que todos los mayores de 18 años pueden reservar ya en el Reino Unido si han pasado al menos tres meses desde su segunda inyección.
Alemania debe prepararse para una “ola masiva” de la variante Ómicron
Alemania, muy golpeada por un importante aumento de contagios por el COVID-19, debe prepararse para una nueva “ola masiva” provocada por la rápida difusión de la variante Ómicron, alertó este viernes el ministro de Salud, Karl Lauterbach.
“Debemos prepararnos para un desafío bajo una forma que aún no hemos conocido; incluso una evolución más suave (de la enfermedad) no hará grandes diferencias”, declaró el ministro en una conferencia de prensa en Hanover.
El grado de peligrosidad de esta nueva variante sigue siendo difícil de evaluar, pese a que las infecciones parecen menos graves, indicó el alto funcionario.
Esto “mantendría tal vez el número de muertes en un nivel bajo durante dos o tres semanas, pero el aumento en el número de casos puede neutralizar esta ventaja”, destacó el ministro que juzgó que sea “inevitable” la llegada de un periodo difícil.
Alemania enfrenta una virulenta alza de los contagios por la variante Delta. El número de casos cedió levemente tras la instauración de numerosas restricciones, pero el nivel de infecciones sigue siendo alto.
La cantidad de nuevos casos en 24 horas superó el viernes los 50.000, según los datos del Instituto Robert Koch (RKI).
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