El organismo de control de Internet de China cerró o suspendió más de 20.000 cuentas de redes sociales influyentes en 2021 -algunas con decenas de millones de seguidores acumulados durante muchos años- por razones que iban desde el “mal uso” hasta la no promoción de los valores “socialistas fundamentales”, de acuerdo a South China Morning Post.
La represión forma parte de los esfuerzos de Beijing por lograr el control absoluto de todos los contenidos en línea.
Una de las personas influyentes a la que le cerraron su cuenta en las redes sociales es Luo Changping, un antiguo periodista de investigación que utilizó la plataforma de microblogging china Weibo, similar a Twitter, para descubrir a un alto planificador económico corrupto en 2012. Fue detenido por publicar “comentarios insultantes” sobre los soldados chinos retratados en una reciente película de gran éxito sobre la guerra de Corea. Su cuenta de Weibo, con más de 2 millones de seguidores, fue cerrada en octubre.
Además, otras dos populares estrellas de la televisión, Zhu Chenhui, conocida como Xueli Cherie en Internet, y Lin Shanshan, fueron denunciadas por la Administración del Ciberespacio de China (CAC) por presunta evasión de impuestos. Aunque su actividad en la red sólo consistía en vender ropa y cosméticos a sus seguidores, el organismo regulador dijo que debían ser retirados de la red china.
En un comunicado emitido por la CAC se decía que había ordenado a las plataformas de Internet que tomaran medidas drásticas contra quienes “abusan de su influencia en la red y difunden contenidos engañosos”.
“Las cuentas top no son sólo una herramienta social personal, sino que también tienen la naturaleza de medios de comunicación y la función de movilizar a la sociedad”, dijo la CAC en el comunicado, según South China Morning Post.
Los principales influencers, incluso si son individuos o empresas privadas, deben asumir la responsabilidad de cumplir la ley y “promover enérgicamente los valores socialistas fundamentales”, agregó el organismo, que se comprometió a endurecer aún más sus medidas contra los las personas más influyentes en las redes sociales.
Las cuentas de las redes sociales en Weibo, la superapp WeChat de Tencent y la plataforma de videos cortos Douyin de ByteDance, que se consideran que propagan “porno blando” o se dedican a la comercialización “vulgar”, también están en el punto de mira, junto con las que “difunden rumores”.
Si bien los rumores suelen referirse a la información sin fundamento, en China también pueden significar cualquier información que no cuente con la aprobación del régimen.
La postura cada vez más dura con respecto a Internet se produce en un momento en el que Beijing intenta proyectar una imagen positiva al mundo antes de los Juegos Olímpicos de Invierno que acogerá en febrero de 2022, así como mantener la estabilidad social y económica antes de la gala política clave, el 20º Congreso Nacional del Partido, en la segunda mitad del próximo año.
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