Una ONG de derechos humanos denunció que el régimen de Corea del Norte continúa con las ejecuciones públicas en zonas aisladas

El Grupo de Trabajo sobre Justicia Transicional aseguró que con Kim Jong-un la mayoría de los asesinatos se llevaron a cabo en lugares poco visibles para prevenir la filtración de información interna y evitar la vigilancia internacional

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El líder norcoreano, Kim Jong-un, reapareció hoy, tras más de un mes de ausencia, en los medios estatales, que reportaron una visita del mariscal a la ciudad de Samjiyon, un importante proyecto urbanístico en el noreste del país. EFE/EPA/KCNA
El líder norcoreano, Kim Jong-un, reapareció hoy, tras más de un mes de ausencia, en los medios estatales, que reportaron una visita del mariscal a la ciudad de Samjiyon, un importante proyecto urbanístico en el noreste del país. EFE/EPA/KCNA

Corea del Norte continuó con las ejecuciones públicas en zonas aisladas bajo el régimen de Kim Jong-un, en un aparente movimiento estratégico para prevenir la filtración de información interna y evitar la vigilancia internacional, según indicó un informe de una organización no gubernamental de derechos humanos.

El Grupo de Trabajo sobre Justicia Transicional (TJWG, por sus siglas en inglés), con sede en Seúl, publicó este miércoles el informe “Mapeando asesinatos bajo Kim Jong-un: la respuesta de Corea del Norte a la presión internacional”, basado en entrevistas con cientos de norcoreanos que escaparon del régimen y análisis de imágenes por satélite realizados desde 2015.

El TJWG encontró diferencias en los patrones de las ejecuciones públicas durante la era de Kim Jong-un centrándose en el examen de la ciudad de Hyesan, en la frontera con China, que está relativamente más expuesta al mundo exterior debido a su ubicación geográfica.

La principal diferencia es que el régimen de Kim Jong-un llevó a cabo la mayoría de las ejecuciones públicas en lugares aislados y poco visibles, muy alejados de la frontera y de la zona central de la ciudad. Los lugares de las ejecuciones públicas incluyen el aeródromo de Hyesan y las colinas, montañas, terrenos abiertos y campos cercanos, según el informe que cita el medio The Korea Herald.

Los testimonios de los desertores norcoreanos también sugieren que las ejecuciones públicas no se realizaron en el centro de Hyesan o en lugares cercanos a la frontera con China durante la era de Kim Jong-un, a diferencia del periodo anterior.

FOTO DE ARCHIVO: Altos cargos militares observan un desfile mientras se ven de fondo los retratos de los fallecidos líderes norcoreanos Kim Il Sung y Kim Jong Il en la plaza principal Kim Il Sung en Pyongyang, Corea del Norte, 9 de septiembre de 2018. REUTERS/Danish Siddiqui
FOTO DE ARCHIVO: Altos cargos militares observan un desfile mientras se ven de fondo los retratos de los fallecidos líderes norcoreanos Kim Il Sung y Kim Jong Il en la plaza principal Kim Il Sung en Pyongyang, Corea del Norte, 9 de septiembre de 2018. REUTERS/Danish Siddiqui

El informe destaca que el número de lugares utilizados principalmente para las ejecuciones públicas en Hyesan disminuyó bajo el régimen de Kim Jong-un.

El TJWG sostiene que el cambio de patrones podría ser la respuesta de Pyongyang a las críticas de la comunidad internacional y un movimiento estratégico. El régimen de Kim Jong-un eligió los lugares de ejecución pública donde podía controlar fácilmente a los asistentes y bloquear las filtraciones de información, incluidas las secuencias de video.

“Una de las explicaciones podría ser que Corea del Norte está seleccionando estratégicamente los lugares de ejecución donde es más fácil evitar posibles filtraciones de información”, dijo el grupo de defensa de los derechos humanos.

“Este cambio de ubicación puede proporcionar una explicación de cómo la acción del Estado está siendo influenciada por el escrutinio de la comunidad internacional”, agregó, de acuerdo a The Korea Herald.

El régimen de Kim Jong-un también ha reforzado la vigilancia y el control sobre los norcoreanos que se ven obligados a presenciar las ejecuciones públicas con diversas medidas.

El TJWG aseguró que los dirigentes norcoreanos han continuado sistemáticamente con los asesinatos sancionados por el Estado en los que participan el Ministerio de Seguridad del Estado, el Ministerio de Seguridad Social y el Mando de Seguridad de Defensa.

El líder norcoreano, Kim Jong Un, asiste a la 5ª reunión del Buró Político del 8º Comité Central del Partido del Trabajo de Corea (PTC) en el edificio de oficinas del Comité Central del Partido en Pyongyang, Corea del Norte, 1 de diciembre de 2021. Foto tomada el 1 de diciembre de 2021. KCNA vía REUTERS
El líder norcoreano, Kim Jong Un, asiste a la 5ª reunión del Buró Político del 8º Comité Central del Partido del Trabajo de Corea (PTC) en el edificio de oficinas del Comité Central del Partido en Pyongyang, Corea del Norte, 1 de diciembre de 2021. Foto tomada el 1 de diciembre de 2021. KCNA vía REUTERS

De acuerdo al informe, el régimen de Kim Jong-un parece estar más sensible a las cuestiones de derechos humanos de Corea del Norte, ya que la comunidad internacional ha intensificado la vigilancia y ha expresado su preocupación por las violaciones en el país, incluidos los tratos y castigos inhumanos.

“Nuestras conclusiones sugieren que el régimen de Kim Jong-un está prestando más atención a las cuestiones de derechos humanos como respuesta al mayor escrutinio internacional sobre la gravedad de la situación en Corea del Norte”, dijo Park Ah-yeong, autor principal del informe, de acuerdo a The Korea Herald.

“Esto no significa que la situación de los derechos humanos en Corea del Norte esté mejorando; los asesinatos dirigidos por el Estado siguen produciéndose de formas que pueden no ser tan visibles para el público como en el pasado”, añadió.

El TJWG reiteró que el afán del régimen de Kim Jong-un por evitar la vigilancia y el escrutinio de la comunidad internacional planteaba la necesidad de prestar más atención a las ejecuciones secretas que tienen lugar a puerta cerrada.

Los testimonios de los desertores norcoreanos también sugieren que el número de ejecuciones públicas ha disminuido, mientras que Pyongyang ha seguido matando a personas en secreto en lugares cerrados.

“Documentar los asesinatos secretos o en lugares cerrados es nuestro siguiente paso. Hay un número creciente de noticias que citan fuentes de información clandestinas dentro de Corea del Norte sobre este tipo de asesinatos en los últimos cinco o seis años”, dijo el director ejecutivo del TJWG, Lee Young-hwan.

El TJWG entrevistó a 683 desertores norcoreanos durante seis años, y 200 del total de participantes vivieron en Corea del Norte después de que Kim Jong-un tomara el poder en diciembre de 2011.

El informe, financiado por la Fundación Nacional para la Democracia, con sede en Washington, incluyó 442 “testimonios creíbles” de asesinatos sancionados por el Estado desde 1956 hasta 2018.

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