Continúa la persecución del régimen de Alexander Lukashenko. Este martes un tribunal de Bielorrusia condenó a 18 años de cárcel al bloguero Sergei Tijanovsky, marido de la líder opositora Svetlana Tijanovskaya, que considera el veredicto una “venganza” por parte del dictador bielorruso.
Tijanovski fue condenado por un tribunal de Gomel. El juez consideró probado que el bloguero y sus aliados organizaron disturbios y actos de violencia y desobediencia contra las autoridades, por lo que finalmente deberá entrar en una prisión de máxima seguridad, según informó la agencia oficial BelTA.
“El dictador se venga públicamente de sus mayores opositores”, lamentó Tijanovskaya, ex candidata presidencial, en su cuenta de Twitter. “Mientras oculta a los presos políticos en juicios cerrados, espera seguir reprimiendo en silencio”, agregó.
Tijanovsky fue juzgado junto a cinco coacusados, entre ellos el veterano político y ex candidato presidencial Mikola Statkevich, de 65 años, que fue condenado a 14 años. Statkevich fue detenido a finales de mayo de 2021 cuando se disponía a participar en un acto de recogida de firmas en favor de Tijanovskaya.
El opositor, de 65 años, ya cumplió más de cuatro años de cárcel después de ser detenido durante las protestas postelectorales de diciembre de 2010. En agosto de 2015 el dictador Lukashenko lo puso en libertad en el marco del deshielo entre Minsk y la Unión Europea (UE).
Statkevich intentó presentar su candidatura a las presidenciales de agosto de 2020, pero la Comisión Electoral Central le denegó tal posibilidad por tener antecedentes penales.
Tijanosvky también tenía previsto presentarse a las elecciones de agosto de 2020, a las que, tras su detención, terminó postulándose su mujer. Tijanovskaya fue la candidata opositora más votada, aunque la Comisión Electoral, afín al régimen de Lukashenko, le concedió apenas el 10% de los sufragios, lejos de lo que reclamaba la oposición.
Desde entonces ha movilizado a la oposición a Lukashenko desde el exilio en la vecina Lituania.
Lukashenko desoyó las críticas internas e internacionales y se proclamó de nuevo vencedor, dando inicio a un sexto mandato bajo la sombra de la ilegitimidad. Países y bloques como la Unión Europea (UE) y Estados Unidos han promovido sanciones contra el régimen por el aumento de la represión y el deterioro de la democracia.
En el último año, se han registrado varias condenas contra figuras destacadas de la disidencia, entre ellas Maria Kolesnikova, sentenciada a once años de cárcel, y Viktor Babariko, sobre el que pesa una pena de 14 años de prisión.
El resto de líderes opositores se han tenido que exiliar en Occidente, al igual que cientos de activistas y participantes en las protestas antigubernamentales que estallaron el 9 de agosto de 2020 tras las fraudulentas elecciones en las que fue reelegido Lukashenko.
La condena de la justicia bielorrusa provocó el fuerte rechazo de Estados Unidos. El Secretario de Estado Antony Blinken exigió este martes el fin de la “dura represión” en Bielorrusia.
“Ni estas personas, ni el pueblo bielorruso, justifican una represión tan dura”, señaló el jefe de la diplomacia norteamericana en un comunicado.
“Lamentablemente, estas sentencias son una prueba más del desprecio del régimen por estas obligaciones internacionales, así como por los derechos humanos y las libertades fundamentales de los bielorrusos. El pueblo bielorruso se merece algo mejor”, afirmó.
El Departamento de Estado también pidió a Lukashenko que libere a los más de 900 presos políticos bielorrusos, y que se comprometa a mantener un “diálogo” con las fuerzas democráticas y la sociedad civil del país.
Asimismo, también ha requerido la celebración de elecciones “libres y justas” que cuenten con observación internacional, que ponga fin a la “cruel explotación” de migrantes “vulnerables” y que respete sus obligaciones en materia de Derecho Internacional.
En este sentido, Estados Unidos ha recordado que Minsk tiene efectivamente estas obligaciones y también compromisos por ser un miembro de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para respetar el derecho de sus ciudadanos a disfrutar de un juicio justo en un tribunal independiente e imparcial, además de para proteger los derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica.
Amnistía Internacional (AI) se sumó a las condenas internacionales. Según indicó la organización que vela por los derechos humanos, Tijanovsky fue arrestado por “cargos falsos” sobre la organización de disturbios pocas semanas después de anunciar su intención de presentarse a la presidencia de Bielorrusia, afirmó Marie Struthers, directora de AI para Europa Oriental y Asia Central, en un comunicado.
“Su esposa Svetlana Tijanovskaya, que acudió a las urnas en su lugar, se vio obligada a abandonar el país tras ser acosada e intimidada por las autoridades”, agregó Struthers.
Para la representante de la ONG, esta es la Bielorrusia de hoy, donde los que contradicen a las autoridades “se enfrentan a una elección terrible: pudrirse en la cárcel o huir del país”. Struthers reiteró que la persecución de Tijanovsky es “ilegal” y exigió la liberación inmediata del opositor y sus correligionarios.
“La comunidad internacional no debe olvidarse de ellos y debe ejercer la máxima presión sobre Minsk para que ponga fin a los encarcelamientos y las represiones despiadadas en Bielorrusia”, concluyó.
(Con información de AFP, EFE y Europa Press)
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