La endeudada promotora inmobiliaria china Kaisa suspendió este jueves la cotización de sus acciones en la Bolsa de Hong Kong tras vencer el martes el plazo para afrontar el pago de un bono offshore de 400 millones de dólares que intentó retrasar ante los problemas de liquidez que atraviesa.
Pocos minutos antes de la apertura de la sesión en la bolsa hongkonesa, la inmobiliaria publicó un comunicado en el que anunciaba la suspensión de la negociación de sus acciones ante un próximo “anuncio con información privilegiada”, aunque no dio más detalles al respecto de si finalmente incurrió en impago o si alcanzó un acuerdo de última hora con sus acreedores.
En cualquier caso, la incertidumbre no sentó bien a los inversores de algunas de las filiales de Kaisa que también cotizan en Hong Kong: pasadas las 10.00 hora local (02.00 GMT), la subsidiaria de maquinaria para construcción Kaisa Capital perdía un 13% y la de servicios inmobiliarios Kaisa Prosperity bajaba un 2,5%.
No siguió ese mismo camino Kaisa Health (+2%), aunque esta no está dedicada a negocios relacionados con la inmobiliaria sino a la producción de aparatos de ortodoncia.
La semana pasada, la matriz intentó, sin éxito, recabar la aprobación suficiente por parte de sus bonistas para prolongar el bono, tras lo cual advirtió en un comunicado: “No hay garantías de que la compañía pueda cumplir con sus obligaciones de pago en la fecha de vencimiento”.
En caso de no pagar, la empresa entraría en riesgo de insolvencia cruzada en sus bonos offshore, situación en la cual basta con que un deudor entre en suspensión de pagos con un solo acreedor para que otros acreedores puedan reclamar la devolución de su préstamo.
En total, según datos de la compañía, a finales del segundo trimestre Kaisa tenía activos unos 11.275 millones de dólares en bonos offshore, lo que supone, según algunos medios, que es el segundo mayor emisor entre las promotoras chinas, tan solo detrás de Evergrande.
De esa cantidad, unos 2.247 millones de dólares corresponden a lotes por devolver antes de que termine el primer semestre de 2022.
Cabe recordar que en 2015 Kaisa se convirtió en la primera promotora inmobiliaria china en incurrir en el impago de uno de sus bonos offshore.
El sector inmobiliario chino ha atraído en los últimos meses la atención de los inversores internacionales por los problemas de liquidez de sus empresas, entre las cuales el mayor exponente es Evergrande, que acumula un pasivo superior a 300.000 millones de dólares.
El martes venció una prórroga de 30 días para que Evergrande abonara los intereses de dos bonos offshore sobre cuyo posible impago advirtió la semana pasada, aunque por ahora no ha hecho ningún anuncio al respecto. Sin embargo, la agencia Fitch dijo este jueves que la empresa entró en suspensión de pagos.
Tras el anuncio del gigante inmobiliario, el banco central y los reguladores de bancos y mercado de valores enviaron mensajes de tranquilidad asegurando que el riesgo de contagio de la crisis de Evergrande es “controlable”.
Entretanto, varias inmobiliarias chinas experimentaron el miércoles subidas en bolsa después de que algunos medios apuntaran que el Partido Comunista de China había moderado su lenguaje sobre el sector en una reunión interna, lo cual se interpretó como una posible flexibilización de las restricciones que Beijing impuso al acceso a la financiación bancaria para las promotoras más endeudadas.
Sin embargo, acumulan grandes pérdidas en lo que va del año: el valor de las acciones de Kaisa ha caído un 74% y las de Evergrande un 87%.
(Con información de EFE)
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