Los negociadores del programa nuclear iraní se reunieron este jueves en Viena, “determinados a realizar un duro trabajo” para intentar salvar el acuerdo de 2015 tras las advertencias lanzadas la semana pasada contra el régimen de Teherán por europeos y estadounidenses.
Los diplomáticos abandonaron la mesa de negociaciones el viernes pasado tras producrise grandes diferencias, y Occidente acusó entonces a la República Islámica de haber dado marcha atrás en sus compromisos desde la primavera (boreal).
Alemania, Francia, Reino Unido, China y Rusia han retomado unas negociaciones interrumpidas el pasado viernes tras cinco días de reuniones en las que Teherán presentó una serie de cambios a documentos pactados hace meses y que los europeos consideran incompatibles con el acuerdo.
Estados Unidos, que participa de forma indirecta en las negociaciones, acaba de imponer nuevas sanciones al régimen de Irán debido a su vulneración de los derechos humanos y ha expresado que no permitirá que Teherán siga expandiendo su programa nuclear.
Tras “útiles consultas en las capitales” sobre la situación, “los representantes se reencontraron este jueves en Viena decididos a trabajar duro” para alcanzar una solución, declaró a la prensa el coordinador de la Unión Europea (UE), Enrique Mora, quien monitorea el proceso.
Ahora proseguirán los encuentros bilaterales y entre expertos.
“Veremos qué pasa en los próximos días. Es un trabajo difícil. Debemos superar las diferencias entre las distintas posiciones”, agregó Mora.
“El sentimiento de urgencia”, expresión que se utiliza con frecuencia al referirse a este asunto, “es más agudo de lo habitual”, insistió el funcionario de la Unión Europea.
El encuentro entre los jefes de las delegaciones de las diferentes partes (Rusia, China, Francia, Alemania, Reino Unido) se realizó en el Coburg Palace, hotel de lujo de la capital austriaca, y duró poco más de una hora.
El embajador ruso Mijáil Ulianov se refirió a una “atmósfera constructiva” durante la reunión.
Se trató del reinicio de la séptima sesión tras la ronda de negociaciones de la primavera: comenzadas en abril y suspendidas en junio pasado a causa de la elección de un nuevo presidente iraní, para recién reanudarse el 29 de noviembre.
El emisario estadounidense, Rob Malley, quien participa de manera indirecta a través de los europeos, “se unirá a las negociaciones en el fin de semana” próximo, afirmó el miércoles el portavoz de la diplomacia del país norteamericano, Ned Price.
“Deberíamos saber lo más rápido posible si los iraníes regresan para negociar de buena fe”, añadió, advirtiendo que “la ventana de disparo” se está volviendo “muy, pero muy estrecha”.
Teherán, por su parte, reiteró su deseo de “negociar en serio”. “El hecho de que ambas partes insistan en proseguir las conversaciones demuestra que están buscando acercar sus posiciones”, comentó el negociador en jefe iraní, Ali Bagheri.
Asimismo, el jefe de Exteriores de la UE, Josep Borrell, habló con su homólogo iraní, Hosein Amir Abdollahian, el miércoles por la noche.
De acuerdo a una fuente diplomática iraní, Borrell solicitó a su par “responder a las inquietudes concernientes al programa nuclear actual”, que se ha acelerado en los últimos meses.
El principal obstáculo sigue siendo cómo y cuándo levantar las sanciones que Estados Unidos reimpuso a Irán cuando el anterior presidente, Donald Trump, abandonó en 2018 el JCPOA.
En 2019 Teherán comenzó a acelerar sus esfuerzos hasta el punto de que algunos expertos creen que ahora está a sólo un mes de disponer de suficiente material nuclear para desarrollar un arma atómica.
De hecho, Irán ha endurecido su postura y exige que se levanten inmediatamente todas las sanciones, incluso las que no se refieren a su programa atómico sino, por ejemplo, al desarrollo de misiles balísticos o a su injerencia en conflictos regionales.
Este jueves, en el marco de la reanudación de las negociaciones en Viena, el régimen iraní volvió a apuntar contra Washington al asegurar que las nuevas sanciones son incompatibles con los avances diplomáticos.
”Washington no entiende que ‘máximo fracaso’ y un avance diplomático son excluyentes”, afirmó en su cuenta de Twitter a última hora de anoche el portavoz del Ministerio de Exteriores, Said Jatibzade.
El portavoz realizaba un juego de palabras con el término “máxima presión” usado por Estados Unidos para calificar su política de sanciones contra Irán. ”Incluso en medio de las conversaciones de Viena, EEUU no puede parar de imponer sanciones contra Irán”, añadió el diplomático.
Jatibzade indicó que las nuevas medidas punitivas estadounidenses no son “serias” ni muestran “buena voluntad”.
(Con información de AFP y EFE)
Seguir leyendo: