Canadá se unirá a Estados Unidos, el Reino Unido y Australia en un boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing por las violaciones a los derechos humanos perpetradas por el régimen chino, según anunció este miércoles el primer ministro Justin Trudeau.
“Estamos profundamente preocupados por las violaciones a los derechos humanos del gobierno chino (…) Por eso anunciamos hoy que no enviaremos ninguna representación diplomática a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Pekín de este invierno”, declaró el mandatario canadiense en conferencia de prensa.
El anuncio se produjo después de que la Casa Blanca, el gobierno australiano y el gobierno británico confirmaran el boicot diplomático a los Juegos que se desarrollarán el próximo mes de febrero, como señal de protesta por los abusos chinos contra los derechos humanos. El gigante asiático, en tanto, prometió reaccionar con “firmes contramedidas”.
Trudeau comentó que su gobierno mantuvo conversaciones con sus aliados al respecto en los últimos meses.
En ninguno de los casos, el boicot diplomático afecta a las contiendas deportivas ni impide la participación de los atletas británicos, estadounidenses, australianos o canadienses.
Grupos de derechos humanos pidieron un boicot total a los Juegos de Invierno de Beijing, alegando las violaciones de los derechos humanos cometidas por el régimen de China contra la minoría uigur en la provincia noroccidental de Xinjiang, que algunos han calificado de genocidio. También señalan la represión por parte de Beijing de las protestas democráticas en Hong Kong y la amplia represión de la disidencia en el territorio semiautónomo.
La Casa Blanca confirmó el lunes que estaba organizando un boicot diplomático a los próximos juegos y Australia siguió su ejemplo el miércoles, con el primer ministro Scott Morrison diciendo que era “en el interés nacional de Australia”.
“Como he dicho anteriormente, no apoyamos los boicots deportivos, pero no hay planes para (...) que los ministros asistan a los Juegos Olímpicos de Invierno”, afirmó, por su parte, el primer ministro británico Boris Johnson ante el Parlamento.
“El gobierno no duda en plantear estos problemas a China, como lo hice con el presidente Xi la última vez que hablé con él”, agregó en referencia a las violaciones de derechos humanos del régimen de Xi Jinping.
Las relaciones entre Canadá y China han sido malas desde que el régimen de Xi Jinping detuvo a dos canadienses en China en diciembre de 2018, poco después de que Canadá arrestara a Meng Wanzhou, directora financiera de Huawei Technologies e hija del fundador de la compañía, por una solicitud de extradición de Estados Unidos.
Muchos países calificaron la acción de China de “política de rehenes”, mientras que Beijing ha descrito los cargos contra Huawei y Meng como un intento políticamente motivado de frenar el desarrollo económico y tecnológico del gigante asiático.
China, Estados Unidos y Canadá esencialmente completaron un intercambio de prisioneros de alto riesgo a principios de este año, pero la reputación del gobierno chino se ha visto gravemente empañada en Canadá.
A “nadie le importa saber si vienen o no” los representantes políticos, dijo por su parte el miércoles un portavoz de la diplomacia china, Wang Wenbin, reaccionando al anuncio de Camberra. “Sus maniobras políticas y sus pequeños trucos no cambiarán nada al éxito de los Juegos Olímpicos”, añadió.
El portavoz diplomático de China, Zhao Lijian, acusó a Estados Unidos de violar el principio de neutralidad política en el deporte. “El intento de Estados Unidos de interferir en los Juegos Olímpicos de invierno debido a su prejuicio ideológico, basándose en mentiras y rumores, solo pone de manifiesto sus dañinas intenciones”, dijo el vocero.
“Estados Unidos pagará el precio de sus malas pasadas”, afirmó. “Estén atentos”, respondió cuando se le preguntó sobre las represalias de China y volvió a calificar de “mentira del siglo” las acusaciones occidentales sobre la situación en Xinjiang.
Debido a las restricciones de China a la entrada de extranjeros por la lucha contra el covid-19, se espera que pocos líderes mundiales viajen a Beijing, excepto el presidente ruso Vladimir Putin, que aceptó una invitación de su homólogo chino Xi Jinping.
Con información de AP y AFP
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