La erupción del volcán Semeru en Indonesia dejó al menos 14 muertos y decenas de heridos, dijo el domingo la agencia de mitigación de desastres (BNPB), mientras los equipos de rescate buscaban víctimas en un paisaje cubierto por profundas capas de ceniza.
El Semeru, la montaña más alta de la isla de Java, arrojó columnas de ceniza y nubes calientes el sábado que cubrieron las aldeas cercanas en la provincia de Java Oriental y provocaron que la gente huyera presa del pánico.
Deambulando entre el barro y la ceniza gris, los habitantes de los pueblos situados al pie del volcán Semeru, en Indonesia, intentaban este domingo recuperar los escasos bienes que les han quedado tras la erupción.
Padres con sus hijas traumatizadas, viejos con colchones a cuestas. Agricultores con sus cabras en brazos, vivas de milagro. Tras la apocalíptica erupción de la víspera, todos están conmocionados y yerran de un lado a otro, en medio de una aldea reducida a la nada.
“De golpe, el cielo se oscureció y luego llegaron la lluvia y los nubarrones ardientes”, cuenta Bunadi, un habitante de la aldea de Kampung Renteng, en el este de Java, que afirma que se vio sorprendido por la irrupción de un “barro ardiente”.
Las cabañas que componen el pueblo se vieron arrasadas por las coladas de lodo ardiente y una lluvia de cenizas y escombros, obligando a centenares de familias a huir de la zona sin poder llevarse nada consigo. Muchos de ellos han perdido sus casas.
La erupción también cortó un puente estratégico que conecta dos áreas en el distrito cercano de Lumajang con la ciudad de Malang y destruyó edificios, dijeron las autoridades.
Un funcionario de la BNPB dijo en una conferencia de prensa en la noche del domingo que habían fallecido 14 personas, 56 habían resultado heridas y 1.300 habían sido evacuadas. La mayoría de las lesiones eran quemaduras, según las autoridades.
En el área de Sumberwuluh, la ceniza gris y espesa cubrió y dañó las casas y los voluntarios intentaban rechazar a los conductores que querían regresar a sus hogares cerca de Semeru, dijo un testigo de Reuters.
Algunos aldeanos que huyeron de sus hogares lograron llevar ganado consigo, pero tenían que avanzar entre árboles caídos y otros obstáculos como rocas pesadas y sedimentos volcánicos calientes, dijo un funcionario local.
Los lugareños cuentan a sus familiares desaparecidos. “El torrente de lodo se llevó a diez personas”, cuenta Salim, otro habitante de Kampung Renteng. “Uno de ellos pudo haber escapado. Le gritamos que corriera, pero contestó: ‘no quiero, ¿quién dará de comer a mis vacas?’”, explica Salim.
No muy lejos de allí, en Sumber Wuluh, los tejados de las casas apenas sobresalen del suelo, lo cual da una idea del volumen de lodo que inundó el pueblo en muy poco tiempo.
Hay vacas muertas yaciendo en el suelo y, aunque algunos animales han logrado sobrevivir, muchos están mutilados, en carne viva, abrasados por la lava.
Taufiq Ismail Marzuqi, residente y voluntario de Lumajang, dijo a Reuters que las operaciones de rescate son “muy complicadas” debido al puente cortado y la escasa experiencia de los voluntarios. En un video que grabó podía verse a policías y soldados excavando con sus propias manos en busca de cadáveres.
El Semeru había empezado a emitir nubes calientes y flujos de lava recientemente, y el centro vulcanológico del país había advertido a la gente que no se acercara desde el miércoles, dijo.
(Con información de Reuters y AFP)
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