Rusia ha desmantelado una notoria instalación apodada la “cárcel de las ballenas” que mantenía a docenas de estos mamíferos en condiciones de hacinamiento, que provocaron una protesta internacional.
Casi 100 ballenas fueron mantenidas en la instalación secreta en la bahía de Srednyaya, cerca de la ciudad oriental de Nakhodka, en 2018, antes de ser liberadas después de una intensa campaña por los derechos de los animales y de grupos ambientalistas en 2019.
Los animales fueron capturados para actuar en acuarios.
La fiscalía ambiental de la cuenca del Amur -en el Lejano Oriente ruso- dijo el jueves que la cárcel había sido completamente desmantelada.
“Con el fin de evitar la tenencia ilegal de animales marinos, las estructuras flotantes fueron desmanteladas”, informó en un comunicado.
La estructura de la cárcel había sido trasladada a un astillero “en un estado que excluye la posibilidad de su uso para su finalidad”.
Los grupos ecologistas celebraron el traslado.
“Debería haberse hecho hace mucho tiempo”, dijo Dmitry Lisitsyn, director de la ONG Sakhalin Watch, que lideró la campaña contra la cárcel.
“Hicimos grandes esfuerzos para cerrarla y liberar a las ballenas”, señaló.
Todas las ballenas retenidas en la cárcel, entre las que había 77 belugas, están ahora en libertad.
Lisitsyn dijo que la operación para liberarlas fue “muy difícil”, ya que la mayoría eran crías que no estaban adaptadas a la vida en la naturaleza.
Pasaron por un programa de rehabilitación antes de ser liberadas en el Mar de Okhotsk, que separa las penínsulas del extremo oriental de Rusia de Japón.
Lisitsyn indicó que la cárcel era la única instalación de este tipo conocida en Rusia, pero que el país tiene otros lugares que mantienen a grandes animales marinos en condiciones “terribles” para actuaciones en oceanarios.
Muchas de las ballenas retenidas en la instalación de la bahía de Sredyaya iban a ser enviadas a acuarios de China.
(Con información de AFP)
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