Un nuevo río de lava del volcán en la isla española de La Palma amenazaba el miércoles con sumergir una iglesia parroquial que hasta ahora ha sobrevivido a una erupción que no da señales de disminuir luego de diez semanas.
El flujo de lava hacia la iglesia de Los Llanos de Aridane ha perdido velocidad desde el fin de semana, pero se encuentra apenas a un kilómetro.
La roca derretida de la erupción que comenzó el 19 de septiembre en La Palma, parte del archipiélago de las islas Canarias, ha consumido más de 1.500 edificios y cubierto más de 1.130 hectáreas de tierras que incluyen plantaciones bananeras, la principal fuente de ingresos junto con el turismo.
En un cementerio cercano, la lava ha enterrado por segunda vez los restos de 3.000 personas. Una fisura que según los vulcanólogos arrojó un chorro de lava dejó un enorme hoyo frente a una casa cuya planta baja quedó totalmente tapada por una montaña de ceniza.
La alcaldesa de Los Llanos de Aridane, Noelia García, dijo que los nuevos ríos de lava se depositan sobre los anteriores que se han endurecido, pero que no se atreve a hacer pronósticos sobre la ruta que seguirá.
La actividad sísmica ha aumentado en los últimos días. El Instituto Geográfico Nacional registró 341 temblores en las últimas 24 horas.
La erupción ha desplazado a miles de habitantes, pero no ha causado muertes en la isla más occidental del archipiélago frente a la costa noroccidental de África.
Un nuevo cono
Según el Plan de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca), la actividad eruptiva continúa concentrándose principalmente en el flanco noreste del volcán, donde se ha formado un cono de piroclastos con actividad estromboliana y efusiva que emite coladas lávicas que no ocupan territorio nuevo.
Anoche se produjeron pequeños desprendimientos en el interior del cráter de este cono que aportaron bloques posteriormente transportados por las coladas, mientras que en los focos emisores del cono principal la actividad hoy es escasa e intermitente, con predominio de las fumarolas.
La energía lávica circula por el norte y el centro de las antiguas coladas, que aportan magma a los tubos lávicos, y estos, a su vez, surten de material a los deltas en el mar. Ahora la atención se centra en una colada, la 12, situada más al norte y que está “desgajada” de las antiguas.
También se sigue con preocupación el frente de magma situado a 800 metros del centro de la localidad de La Laguna, ahora parado, aunque podría avanzar en función del “empuje” que reciba del centro de emisión. Respecto a la emisión de gases, esta fue alta ayer en las zonas evacuadas al sur, pero durante la noche local perdió intensidad.
La emisión de dióxido de azufre asociada al penacho volcánico sigue en valores altos, entre las 1.000 y las 29.999 toneladas diarias, si bien estas cifras reflejan una tendencia descendente desde el 23 de septiembre, cuando se superaron las 50.000 toneladas.
En cuanto a la calidad del aire por la incidencia de dióxido de azufre, ayer no se superaron ni los valores límites horarios ni diarios en ninguna estación de la isla y hoy los niveles han sido buenos en todas ellas, mientras que en lo relativo a las partículas en suspensión inferiores a 10 micras todos los índices se encuentran por debajo de los umbrales.
(Con información de AP y EFE)
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