El Gobierno de Francia anunció este miércoles que reestablecerá los vuelos con el sur de África a partir del sábado, luego de que fueran suspendidos para evitar la llegada de la nueva variante del coronavirus Ómicron.
Estos viajes se harán con un “marco drástico”, informó el portavoz del Gobierno francés, Gabriel Attal. Hace una semana, el descubrimiento de una cepa del coronavirus en Sudáfrica había provocado el cierre de las fronteras francesas con varios países del sur africano.
Además, anunció la creación de una nueva categoría en el sistema de semáforos del gobierno: rojo escarlata. La misma abarcará los siete países actualmente cubiertos por la prohibición de vuelos, Sudáfrica, Lesoto, Botsuana, Zimbabue, Mozambique, Namibia y Eswatini, más Malawi, Zambia y Maritius.
Los viajeros de estos países sólo podrán entrar en Francia si tienen la ciudadanía europea o residencia permanente, o si son diplomáticos. Todos los viajes por turismo, visitas familiares o estudios desde estos países han sido suspendidos.
Attal señaló en una conferencia de prensa que hasta el momento se han detectado 13 casos sospechosos de contagio con la variante Omicron en Francia.
Asimismo, indicó que todos los viajeros que lleguen a Francia procedentes de fuera de la Unión Europea estarán sujetos a la obligación de dar negativo en las pruebas PCR o de antígenos, independientemente de su estado de vacunación.
Las pruebas deberán realizarse obligatoriamente en las 48 horas previas al viaje. Mientras que las personas que lleguen desde la Unión Europea (UE) o la zona Schengen sólo necesitarán someterse a una prueba si no están vacunadas, y la misma debe hacerse 24 horas antes.
Attal señaló que los líderes europeos coordinarán las decisiones relativas a los viajes dentro de la UE esta misma semana.
Horas antes, el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Clément Beaune, dijo que los países europeos están negociando “un protocolo extremadamente reforzado” para poder reanudar los vuelos que se han suspendido con destinos en el sur de África.
El martes, la titular de la agencia médica de la Unión Europea aseguró que están preparados para lidiar con la nueva variante ómicron y que en dos semanas tendrán un indicio de si las vacunas actuales contra el COVID-19 pueden combatirla.
Emer Cooke, la directora ejecutiva de la Agencia Europea de Medicamentos, expresó que, en caso de necesitar una nueva vacuna para atacar la variante ómicron, pasarán hasta cuatro meses para aprobar su uso en el bloque de 27 países.
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