Un incendio en una abandonada oficina bancaria ocupada por varias personas en Barcelona (noreste) dejó cuatro muertos, entre ellos un niño pequeño y un bebé, un “horror” que no “debería suceder jamás”, según señaló la alcaldesa de la ciudad española.
Las víctimas son “dos adultos, un bebé y un niño de tres años”, informó a periodistas Ángel López, del cuerpo de bomberos de Barcelona, quien especificó que el incendio estaba ya “totalmente extinguido”.
“A las 6 de la mañana hemos recibido un aviso (...) de un testigo que veía un incendio” en una “antigua oficina bancaria ocupada” ubicada en la plaza de Tetuán de la segunda ciudad española, detalló el bombero.
Los rescatistas encontraron a las cuatro víctimas y actuaron “para reanimarlas, y desgraciadamente ha sido infructuoso el trabajo, no se ha podido hacer nada por su vida”, lamentó.
Las autoridades no han especificado si todas las personas pertenecían a una misma familia y la nacionalidad de ellas.
“No hay palabras para describir el horror de cuatro personas muertas, entre ellas dos niños muy pequeños, es algo que no debería suceder jamás (...) Es una noticia horrible”, expresó la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ante periodistas.
Otras cuatro personas, que se habían refugiado en un patio, pudieron ser rescatadas, apuntó Ángel López.
Los servicios de emergencia trataron a estas cuatro personas por intoxicación y las trasladaron a hospitales, pero sus vidas no corren peligro, señalaron las autoridades.
La policía de la región de Cataluña (noreste), los Mossos d’Esquadra informaron en Twitter que investigan el incendio para determinar sus causas.
“Condiciones absolutas de precariedad”
El lugar de los hechos, que se ubica en una zona clase media del eje central de Barcelona, se encontraba en la mañana fuertemente acordonado y con mucha presencia policía y de bomberos, según observó una periodista de la AFP.
El nombre de la entidad bancaria en la facha está tachado y las dos puertas están totalmente pintadas con grafitis.
El responsable de Interior en el gobierno catalán, Joan Ignasi Elena, indicó a periodistas que horas antes del incendio había acudido la policía al lugar por “un incidente de problemas de convivencia”, pero “no hay constancia” de que este hecho tenga relación con el incendio.
La alcaldesa Ada Colau señaló que las personas que residían en el local lo hacían en “condiciones absolutas de precariedad, porque de entrada vivían no en una vivienda como debería vivir toda familia, sino en un lugar ocupado de una oficina bancaria”.
“Es evidente que (el local) no estaba en unas condiciones normales de habitabilidad”, subrayó, agregando que se trata de “una situación compleja de un local ocupado de una antigua entidad bancaria que se fue de Barcelona y se desentendió del local”.
Las personas habían recibido ayuda social luego de que algunos vecinos informaran de que en el local vivían niños en condiciones precarias, dijo Colau.
Los servicios sociales del Ayuntamiento de Barcelona habían acudido, centrándose “sobre todo en los menores, para ofrecer ayudas alimentarias, que aceptaron, seguimiento médico, seguimiento de la escolarización del niño mayor, eso sabemos que se había producido”.
“También sabemos que habían habido problemas de convivencia y que en más de una ocasión habían acudido” agentes de la policía catalana al lugar, indicó.
Este suceso recordó otro ocurrido en Cataluña hace casi un año, en diciembre de 2020, cuando dos personas murieron y otras 17 resultaron heridas en un incendio en una nave industrial abandonada en Badalona, donde vivían entre 100 y 200 migrantes en condiciones precarias.
(Con información de AFP)