El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha alertado este viernes de que ha sido informado de un supuesto complot a nivel nacional para cometer un golpe de Estado el próximo 1 de diciembre en el país. “He recibido informaciones de que el día 1 (de diciembre) se ejecutará en nuestro país un golpe de Estado”, ha aseverado en una rueda de prensa en la que ha indicado que las autoridades tienen en su poder grabaciones en las cuales se puede escuchar a varios representantes “discutir con representantes de Rusia”.
En dichas conversaciones, las partes hablarían de la participación del multimillonario Rinat Ajmetov en el golpe militar. Así, Zelenski ha afirmado que, no obstante, no cree en la posibilidad de que este pudiera llevarse a cabo y ha descartado la implicación de Ajmetov. “No creo en los golpes de Estado, tampoco en que Ajmetov se preste a participar en esto”, ha dicho, según informaciones de la agencia de noticias Sputnik.
En su opinión, ha señalado, se trata de intentar “meter a Ajmetov en una guerra contra él y el Estado ucraniano”. Además, ha asegurado que en caso de tener lugar un golpe de Estado, no abandonará Kiev y continuará trabajando en su oficina. “No soy (el expresidente Viktor) Yanukovich, no huiré a ninguna parte”, ha aseverado. “Tampoco soy (Petro) Poroshenko”, ha insistido.
Preparado para la guerra
En la misma rueda de prensa, Ucrania está “totalmente preparada” para una posible escalada militar con Rusia, acusado de haber desplegado tropas cerca de las fronteras ucranianas, dijo el presidente ucraniano. “Debemos contar con nosotros mismos, con nuestro ejército, que es fuerte”, explicó Zelenski cuando se le preguntó por el posible apoyo de los países occidentales. “Existe hoy la amenaza de que pueda haber una guerra mañana”, agregó.
Estas últimas semanas, Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea manifestaron su preocupación sobre los movimientos de tropas rusas cerca de Ucrania, que hace temer una eventual invasión, algo que Moscú niega.
El responsable de los servicios de inteligencia del ejército ucraniano, Kyrylo Budanov, declaró el domingo que Rusia había congregado cerca de 92.000 soldados en los límites con Ucrania, como preparativo de una ofensiva que podría tener lugar a finales de enero o principios de febrero.
Budanov explicó al medio estadounidense Military Times que esta ofensiva podría implicar ataques aéreos y de artillería, acompañado de asalto de aéreos y anfibios contra la ciudad de Mariúpol, así como una incursión por el norte a través de Bielorrusia. Desde 2014, la parte este de Ucrania es el escenario de una guerra entre Kiev y los separatistas prorrusos que dejó 13.000 muertos, desencadenada poco después de la anexión de la península de Crimea por Moscú.
Se acusa a Rusia de haber entregada armas y personal a los separatistas, algo que Moscú niega.
Sobrepasada por el conflicto en 2014, el ejército ucraniano ofrece una mejor imagen hoy en día, gracias a la experiencia de combate adquirida y a la mejora del equipamiento con la ayuda de sus aliados occidentales.
(Con información de Europa Press y AFP).-
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