Aumenta la presión sobre las violaciones de los derechos humanos en China antes de los Juegos de Invierno de Beijing

Ante la desaparición de la tenista estrella Peng Shuai -luego de denunciar por abuso sexual al ex viceprimer ministro del país-, la comunidad internacional presiona a las organizaciones deportivas y a las empresas patrocinadoras a hacer un boicot a los Juegos

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Zhang Gaoli, ex vicepremier del régimen chino y presunto abusador de la tenista Peng Shuai (Getty)
Zhang Gaoli, ex vicepremier del régimen chino y presunto abusador de la tenista Peng Shuai (Getty)

A principios de mes la tenista china Peng Shuai denunció al ex viceprimer ministro del régimen y jerarca del Partido Comunista Chino Zhang Gaoli de haberla obligado a tener relaciones sexuales con él a la fuerza. Lo hizo a través de un posteo en la red social Weibo -el Twitter chino completamente controlado por el poder central de Beijing- que fue eliminado rápidamente por las autoridades. Sin embargo, capturas de pantalla de la publicación se viralizaron y, luego de que la tenista estuviera desaparecida por varias semanas, la comunidad internacional comenzó a reclamarle una vez más a China que revise su accionar en materia de Derechos Humanos.

Ahora, a poco mas de dos meses de que comiencen los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín, se multiplican los actores que llaman a realizar un boicot contra la organización de los juegos hasta que China muestre una real intención de garantizar los Derechos Humanos de su población.

La idea está adquiriendo adeptos en gran parte de la comunidad internacional y las empresas y organizaciones que trabajan con China están siendo presionadas a que tomen postura por la defensa de los Derechos Humanos y que exijan acciones por parte del régimen. Incluso Joe Biden dijo que la Casa Blanca esta considerando un boicot diplomático a los Juegos de Invierno, lo que tendría un valor simbólico muy significativo.

Los activistas de diferentes organizaciones que vienen tratando el tema hace tiempo perciben que se esta produciendo un cambio en el abordaje sobre la situación de los Derechos Humanos en China, problema que lleva años y años, ya que tanto a los gobiernos, a las empresas multinacionales y a las organizaciones se les esta haciendo cada vez mas difícil ignorar la extensa lista de abusos cometidos por el régimen.

El entonces viceprimer ministro chino Zhang Gaoli es visto durante una reunión en el Gran Salón del Pueblo en Beijing, China, el miércoles 16 de marzo de 2016.(AP Photo/Ng Han Guan, File)
El entonces viceprimer ministro chino Zhang Gaoli es visto durante una reunión en el Gran Salón del Pueblo en Beijing, China, el miércoles 16 de marzo de 2016.(AP Photo/Ng Han Guan, File)

Sumado a que los abusos se multiplican y son moneda corriente en la cotidianidad del gigante asiático, la agresiva actitud del partido para responder a las criticas también dificulta que la comunidad internacional haga la vista gorda. Teniendo en cuenta que es solo cuestión de tiempo hasta que estalle el próximo escándalo internacional, para cualquiera que realice operaciones en el país “Es cada vez más difícil decir: ‘No estamos haciendo nada político. Sólo hacemos negocios’”, dijo al diario The Washington Post Yaqiu Wang, la investigadora principal de China en Human Rights Watch.

Luego haber publicado su denuncia, Shuai estuvo desaparecida por mas de dos semanas. La semana pasada reapareció en unos videos difundidos por medios estatales en los que se la puede ver pero no escuchar. Lógicamente, los videos no estuvieron exentos de sospecha y no terminan de confirmar que la tenista se encuentra bien y en libertad. La Asociación Femenina de Tenis emitió un comunicado que lee “Aunque es positivo verla, no está claro si está libre. Este video por sí solo es insuficiente”. La organización ha amenazado con retirar todas sus competencias de China y excluir al país de la lista de sus miembros si no se dan las garantías necesarias que aseguren la seguridad de Peng Shuai y se forme una comisión investigadora independiente para investigar su denuncia.

En su denuncia, Peng describió una conflictiva relación sexual con Zhang, que entre 2013 y 2018 ocupó el séptimo puesto de los siete que componen el Comité Permanente del Politburó, el máximo órgano de decisión del partido, y dirigió el comité responsable de la organización de los Juegos Olímpicos de Invierno de China. Peng también lo acusó de obligarla a reiniciar el romance cuando él se retiró hace tres años.

Peng Shuai es vista cenando con sus amigos en un restaurante en esta captura de pantalla de un vídeo en una publicación de Twitter, adquirida por el redactor jefe de Global Times, Hu Xijin el 20 de noviembre de 2021 Hu Xijin/Twitter via REUTERS
Peng Shuai es vista cenando con sus amigos en un restaurante en esta captura de pantalla de un vídeo en una publicación de Twitter, adquirida por el redactor jefe de Global Times, Hu Xijin el 20 de noviembre de 2021 Hu Xijin/Twitter via REUTERS

La forma en que Peng fue rápidamente censurada en Internet y desapareció antes de una reaparición aparentemente armada en los medios estatales comparte similitudes con anteriores detenciones de personas que se atrevieron a desafiar la omnipotencia del partido y pasaron a ser consideradas una amenaza para el gobierno.

Eva Pils, profesora de derecho de King’s College London que se especializa en Derechos Humanos en China, dio una entrevista al Washington Post en la que se pregunta, “Lo más importante es: ¿desencadenará esto un mayor interés por los abusos sistémicos de China?“. La campaña por el boicot ya tenia sus militantes desde hace un tiempo debido a la situación de internamiento o reclusión masiva de la comunidad Uigur en la región de Xinjiang -que fue denunciada como “genocidio” por Estados Unidos y otras naciones democráticas del mundo.

Se ve a Peng Shuai llegando a un restaurante en esta captura de pantalla de un vídeo en una publicación de Twitter, adquirida por el redactor jefe de Global Times, Hu Xijin el 20 de noviembre de 2021.  Hu Xijin/Twitter via REUTERS
Se ve a Peng Shuai llegando a un restaurante en esta captura de pantalla de un vídeo en una publicación de Twitter, adquirida por el redactor jefe de Global Times, Hu Xijin el 20 de noviembre de 2021. Hu Xijin/Twitter via REUTERS

Pero hay pocos motivos para creer que el gobierno chino tenga intenciones de modificar su accionar represivo. Este mismo mes, luego de que el partido modificara su reglamento para permitir una nueva reelección de Xi Jinping, se publico una resolución que afirmaba que el partido debía “luchar hasta el final” contra las fuerzas que intentaran subvertir al partido. “Las concesiones constantes sólo invitarán a más intimidación y humillación”, leía el documento.

Por su parte, el Comité Olímpico Internacional dijo el domingo que su presidente tuvo una videoconferencia con Peng y afirmó que se encontraba a salvo. Sin embargo, esta declaración generó duras criticas por parte de grupos activistas por los Derechos Humanos que denuncian la reticencia de la organización a desafiar a Pekín. No esta claro al día de hoy si el plan de boicot se llevará a cabo o no, aunque parecería ser una tarea difícil, pero sí se puede esperar que la presión internacional en contra de China aumente y genere algún tipo de modificación en su modus operandi.

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