El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, mostró este jueves solidaridad con Polonia ante la presión migratoria impulsada por Bielorrusia en su frontera y afirmó que la Alianza está dispuesta a proporcionar más apoyo. Además, pidió a Rusia “que sea transparente, que reduzca las tensiones y que desescale”.
“Fuerte solidaridad con Polonia y otros aliados implicados”, indicó Stoltenberg en una rueda de prensa junto al presidente polaco, Andrej Duda, tras reunirse ambos en el cuartel general de la Alianza.
La reunión se centró en la situación en la frontera de Polonia con Bielorrusia, donde el régimen de Alexandr Lukashenko ha “empujado” a migrantes a cruzar de forma irregular, y en la frontera de Ucrania con Rusia, donde la OTAN ha apreciado una “inusual concentración de tropas combinadas con una retórica agresiva y desinformación de Moscú”, subrayó Stoltenberg.
Ante las amenazas, Duda propuso a Stoltenberg “incrementar la disposición de las fuerzas de la OTAN en esta parte de Europa, en el flanco este, considerar incrementar la presencia militar” y “reforzar la patrulla aérea” en esa zona.
Duda aseguró que la intensidad del “ataque híbrido” lanzado por Bielorrusia instrumentalizando a los migrantes es ahora “más peligrosa”, ya que las personas que intentan cruzar la frontera llegan ahora en “pequeños grupos” de noche y armados.
“Tienen instrumentos peligrosos como cuchillos, barras de metal o gases lacrimógenos”, recalcó Duda, quien denunció que los migrantes han sido “militarizados” por las fuerzas bielorrusas.
“De otro modo, ¿cómo podrían migrantes equiparse de gas?”, se preguntó sobre un ataque que consideró “híbrido” pero “de naturaleza civil”.
En todo caso, al no apreciar un ataque “militar” en la frontera, descartó la posibilidad de invocar el artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, que prevé consultas entre los aliados ante una amenaza, aunque dijo que “seguimos manteniéndolo en mente, sabemos que hay esa posibilidad”.
“Pero no hay base ahora para invocarlo”, agregó.
Stoltenberg recordó que ya han proporcionado apoyo experto a otro aliado afectado por la presión bielorrusa en la frontera, como Lituania, y que siguen “en contacto cercano con Polonia y otros aliados “.
“Estamos dispuestos a desplegar apoyo si se solicita, pero por el momento esto es algo con lo que Polonia ha sido capaz de lidiar sin una presencia directa de la OTAN, y también otros aliados han proporcionado apoyo bilateralmente”, apuntó el político noruego.
Stoltenberg recordó que “todos los aliados de la OTAN han dejado en claro que condenan enérgicamente la explotación de personas vulnerables por parte del régimen de Lukashenko para presionar a los países vecinos”, y agregó que esto es “inhumano y cínico”.
Además, el secretario general aliado afirmó que Moscú debería usar su influencia sobre Bielorrusia para poner fin a la situación en la frontera y dijo que “su apoyo al régimen de Lukashenko es parte de un patrón de preocupación más amplio”.
Sobre la situación en la frontera ucraniana, Stoltenberg también pidió a Rusia “que sea transparente, reduzca las tensiones y disminuya la escalada”.
“La OTAN permanece alerta y continuamos brindando a Ucrania apoyo político y práctico. Esto no es una amenaza para Rusia, sí ayuda a Ucrania a defenderse de la agresión”, puntualizó.
Por su parte, Duda señaló que están abordando ese asunto “de manera muy seria; seguimos de cerca los acontecimientos”.
Tras la anexión por parte de Rusia de la península ucraniana de Crimea y la ciudad portuaria de Sebastopol en 2014, la OTAN aprobó el mayor refuerzo de su extremo oriental desde la Guerra Fría, que incluyó el despliegue de cuatro batallones multinacionales en los países bálticos y Polonia, una presencia que Stoltenberg consideró que tiene fuerte poder de disuasión.
“Necesitamos ser firmes, disuasión y defensa, pero al mimo tiempo creemos en el diálogo con Rusia, hablar para reducir tensiones, mantener abiertos los canales de comunicación”, apuntó.
Los ministros de Exteriores de la Alianza abordarán los próximos 30 de noviembre y 1 de diciembre en una reunión en Riga, en la que también están invitados sus homólogos ucraniano y georgiano, diversos asuntos relacionados con la seguridad además de la crisis en la frontera con Bielorrusia y el refuerzo militar ruso en la de Ucrania.
(Con información de EFE)
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