Un grupo de investigadores de la Universidad de Foggia en Italia y de la Universidad de Leicester en Reino Unido anunciaron una recompensa de 400 dólares a quien logre decodificar una carta centenaria escrita en código por Charles Dickens usando una particular forma de taquigrafía usada en el siglo XVIII.
La llamada ‘carta de Tavistock’ fue escrita por Dickens en una versión modificada de braquigrafía, dejando a los investigadores perplejos con el código y motivados a publicar el desafío al público que debe ser completado antes de la víspera de Año Nuevo.
El premio lo ofrece el Dickens Code Project dirigido por la Universidad de Leicester y la Universidad de Foggia y financiado por el Consejo de Investigación de Artes y Humanidades.
La carta nunca se ha leído a pesar de ser uno de los diez manuscritos sobrevivientes de Dickens después de quemar un tesoro de documentos en su casa de Gad’s Hill en Kent (Inglaterra).
El papel de carta azul del manuscrito está encabezado con las palabras ‘Tavistock House’, la casa de Londres donde Dickens escribió Bleak House (Casa Lúgubre), A Tale of Two Cities (Historia de Dos Ciudades) y otras obras.
“Parece simple, pero en realidad no lo es. Lees las consonantes y llenas los espacios. Es un poco como jugar al Scrabble en tu cabeza. A Dickens claramente le gustaban los juegos de palabras y los rompecabezas y habría sido muy bueno en ellos, de ahí el uso de este sistema”, le dijo a The Times Hugo Bowles, profesor de inglés en la Universidad de Foggia en Italia.
El sistema de taquigrafía de Dickens fue parcialmente descifrado por investigadores usando un cuaderno almacenado en la Biblioteca John Rylands de la Universidad de Manchester.
“Dickens descarta los símbolos que son más oscuros y que no aparecen en lo que informa. En cambio, crea nuevas marcas que tienen más sentido y que le ahorran tiempo como escritor de taquigrafía”, dijo por su parte la doctora Claire Wood, profesora de literatura victoriana en la Universidad de Leicester.
Pero la escritura desordenada del genio todavía representa un problema para cualquiera que desee reclamar el dinero en efectivo que se ofrece.
El profesor Bowles le dijo a The Times que la desordenada taquigrafía de Dickens ha sido un gran obstáculo para los investigadores al tratar de averiguar qué dice realmente la carta.
“Desafortunadamente, el portátil no es suficiente para ayudarnos a decodificar todo. Da algunos de sus símbolos adicionales, que son útiles, pero gran parte del problema está realmente relacionado con su escritura. Al igual que la letra desordenada, tiene taquigrafía desordenada”, explicó.
Los investigadores han empleado una serie de técnicas para intentar descifrar el código difícil de Dickens, que incluyen encontrar piezas traducidas y trabajar hacia atrás y también emplear el aprendizaje automático.
Ambas técnicas han fallado debido a la falta de material disponible para intentar descubrir patrones. Pero los investigadores no pierden la esperanza de que algún dedicado curioso logre descifrar el críptico mensaje del escritor inglés antes de que termine este 2021.
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