El primer ministro indio, Narendra Modi, anunció este viernes la decisión de revocar las tres leyes detrás de una controvertida reforma agraria que buscaba liberalizar el sector, pero que eran consideradas injustas por los campesinos, que han mantenido multitudinarias protestas desde hace casi un año.
“Hoy vengo a decirles a ustedes y a toda la nación que hemos decidido derogar las tres leyes agrícolas”, afirmó Modi en un discurso televisado, dando por sorpresa marcha atrás a una de las medidas que más oposición han generado durante su mandato.
El primer ministro detalló que el proceso constitucional para la derogación de las tres leyes se iniciará a finales de este mes, “cuando el Parlamento comience la sesión de invierno”.
“No pudimos convencer a un sector de los campesinos. Quizá algo falló en nuestros esfuerzos”, reconoció Modi en un gesto inusual, acostumbrado a apoyarse en la amplia mayoría que su partido, el BJP, posee en el Parlamento, para aprobar controvertidas leyes sin prestar demasiada atención a lo que considera la oposición.
Sin embargo, muchos analistas que hablaban esta mañana en los noticieros coincidían en remarcar que la inusual marcha atrás del Gobierno indio puede estar marcada por la cercanía de importantes elecciones regionales en estados como los norteños Uttar Pradesh y Punyab, con una amplia sección campesina opuesta a las reformas.
Precisamente llama la atención que Modi eligiera hacer el anuncio hoy, el día del aniversario del fundador del sijismo, el gurú Nanak, una religión con una abrumadora presencia en el estado agrícola de Punyab, que lideró las protestas.
“Hoy es Prakash Parv (el aniversario del gurú Nanak), no es el momento de culpar a nadie”, dijo Modi, al lamentar que un sector campesino no llegara a entender los beneficios que la reforma agraria podía acarrear para un sector muy dependiente de las ayudas.
Uno de los líderes de la oposición, Rahul Gandhi, del histórico partido del Congreso, celebró este viernes en Twitter cómo “el productor de alimentos de la nación derrotó la arrogancia” del poder.
Un año de protestas
Los campesinos indios ya habían amenazado al Gobierno a principios de este mes con intensificar sus manifestaciones si no revocaban las tres leyes antes del 27 de noviembre, un día después del primer aniversario del inicio de las movilizaciones.
Uno de los principales líderes de la protesta y su rostro más visible, Rakesh Tikait, de la Unión de Campesinos de la India (BKU), advirtió sin embargo hoy al Gobierno de que no desmantelarán sus protestas hasta que “las leyes sean derogadas en el Parlamento”.
Las tensiones entre el Gobierno indio y los campesinos ya habían ido en aumento en las últimas semanas, sobre todo tras la protesta que tuvo lugar el pasado 3 de octubre en el norte de la India y en la que murieron al menos ocho personas a causa de un choque entre políticos del gubernamental BJP y los agricultores.
Los campesinos comenzaron sus protestas en noviembre del año pasado en contra de las tres leyes que, a su juicio, dejan a los productores a merced del libre mercado, sin garantías de protección.
El Gobierno indio, sin embargo, asegura que las normas intentan dar a los agricultores capacidad para negociar los precios y la producción directamente con los compradores, sin trabas ni intermediarios.
Las partes mantuvieron un proceso de negociación a principios de año, y el Gobierno dijo que estaba dispuesto a hacer algunas modificaciones a las leyes; sin embargo, estas conversaciones fracasaron ya que los campesinos exigían la derogación total.
El Tribunal Supremo suspendió la entrada en vigor de las reformas el pasado enero, tras meses de protestas, y estableció un comité para consultar el impacto de las medidas.
Uno de los días álgidos de estas protestas tuvo lugar el pasado 26 de enero, el Día de la República, cuando una marcha de tractores en la capital degeneró en choques entre grupos de manifestantes y la Policía, dejando al menos un muerto y cientos de heridos y detenidos.
(Con información de EFE)
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