Todo es silencio, miedo y censura en China cuando la noticia salpica al régimen. Esta vez, además, tiene dos ingredientes que preocupan aún más a las autoridades de Beijing: por un lado, la gravedad de la denuncia hecha por la tenista Peng Shuai -de 35 años y ex número 1 del mundo en el ranking WTA de dobles- que involucra a un alto jerarca del Partido Comunista Chino (PCC) y la proximidad de los Juegos Olímpicos de Invierno que se desarrollarán en la capital china.
En las últimas horas, el régimen conducido por Xi Jinping debió mostrar algo de respuesta ante el aumento del escándalo a nivel internacional, luego de que Steve Simon, CEO de la Women’s Tennis Association (WTA) anunciara que se retirarían de China si no se aclaraba y se llevaba adelante una investigación seria sobre la denuncia hecha por Peng Shuai sobre violación que tenía como protagonista al ex vice premier chino Zhang Gaoli. La réplica llegó por medio de uno de los principales voceros informales que tiene el PCC: Hu Xijin, el editor general de Global Times, el diario propagandístico del partido.
Hu es el encargado de fijar las posiciones ideológicas de la conducción del buró a partir de sus editoriales, donde fustiga a las principales democracias de Occidente y muestra signos de extremo nacionalismo. Esta vez, debió salir en defensa de sus empleadores para restar importancia a las denuncias de abuso sexual que realizara la tenista el pasado 4 de noviembre. El editor utilizó la red social Twitter -prohibida para el resto de los chinos- para fustigar a Simon que anunció su intención de retirarse de China y perder millones en publicidad si no se investigaba el paradero de la deportista y sus acusaciones.
“Tal vez lo hayas hecho por buena voluntad. Pero deberías entender a China, incluso comprender cómo el sistema que te disgusta ha promovido los derechos reales de los 1.400 millones de chinos. No utilices un tono coercitivo al expresar cualquier preocupación por China”, dijo en su perfil Hu. Sin embargo, el indignante y vergonzoso posteo fue realizado horas antes, cuando evitó referirse al hecho puntual por el cual el mundo está reclamando por la aparición de Peng Shuai.
Hu no quiso hablar de la denuncia y utilizó el particular eufemismo “lo que se comenta”, intentando silenciar e invisibilizar el terrible abuso y violación. “Como persona que conoce el sistema chino, no creo que Peng Shuai haya recibido las represalias y la represión que especulan los medios de comunicación extranjeros por lo que se comenta”, dijo el editor de Global Times.
Peng Shuai, una de las estrellas deportivas más importantes de su país, acusó públicamente el pasado 2 de noviembre a un ex viceprimer ministro de obligarla a tener relaciones sexuales, en una publicación en redes sociales que fue eliminada posteriormente. Desde entonces permanece desaparecida. Según una captura de pantalla de su cuenta verificada en Weibo, Peng declaró que Zhang -quien se convirtió en miembro del Comité Permanente del Politburó- la forzó a tener relaciones sexuales y luego tuvieron una relación consensuada intermitente.
En el post publicado por la víctima -que parece una carta abierta dirigida a Zhang-, Peng alega una relación intermitente que duró al menos 10 años. La mujer dice que abrió su corazón a Zhang, que ahora tiene 75 años. “¿Por qué tuviste que volver a mí, me llevaste a tu casa para obligarme a tener sexo contigo? Sí, no tenía ninguna prueba, y era sencillamente imposible tenerla”, escribió. “No podría describir lo asqueada que estaba, y cuántas veces me pregunté si todavía soy humana. Me siento como un cadáver andante. Cada día actuaba, ¿qué persona es la verdadera yo?”.
“Esa tarde no estaba de acuerdo al principio y no paraba de llorar”, escribió Peng sobre el día de la violación. “Tenía pánico y miedo”, agregó la mujer. Después de cenar con Zhang y su esposa, y tras mucha persuasión por parte del ex jerarca del Partido Comunista Chino, ella cedió, según el post que fuera borrado posteriormente. Al igual que Zhang, su mujer Kang Jie sigue protegida por el régimen de Xi Jinping.
Silenciada
Este jueves y antes de amenazar con retirarse de China, la máxima autoridad de la WTA ha puesto en duda la autenticidad de un correo electrónico que se le atribuye a la atleta y fue mostrado en la TV de su país, donde niega lo ocurrido. Simon dijo que estaba preocupado por la seguridad de la tenista china Peng Shuai y dudó de la veracidad del correo electrónico que difundió el medio chino CGTN, afín al gobierno de ese país, donde la ex jugadora aseguraba que se encuentra bien, descansando en casa, y en el que negaba todos los hechos, incluyendo las acusaciones de abusos sexuales al ex líder.
La explicaciones del supuesto correo electrónico “no hacen más que aumentar mi preocupación en cuanto a su seguridad”, declaró en un comunicado Simon, quien agregó que le “cuesta creer que Peng Shuai haya escrito realmente el correo”.
“Como organización dedicada a las mujeres, mantenemos nuestro compromiso con los principios en los que nos fundamos: igualdad, oportunidades y respeto. Me cuesta mucho creer que Shuai Peng haya escrito de verdad ese comunicado o que pueda ser atribuido a ella. Peng mostró un gran coraje a la hora de hablar de un abuso sexual por parte de un ex líder de su país. La WTA y el resto del mundo necesita una prueba verificable de que se encuentra segura. He intentado en repetidas ocasiones contactar con ella y no ha sido posible”, denunció el directivo de la WTA.
Preocupación mundial
La ONG Amnistía Internacional (AI) ha pedido a las autoridades chinas que demuestren la “seguridad” y el “paradero” de la tenista Peng Shuai, que hace dos semanas acusó al ex viceprimer ministro chino Zhang de obligarla a mantener relaciones sexuales, al tiempo que ha exigido que se investiguen las denuncias formuladas.
La investigadora de AI sobre China Doriane Lau ha señalado que el régimen “ha silenciado sistemáticamente el movimiento ‘Me too’ en el país”. En este contexto, y “habida cuenta de que además tiene un enfoque de tolerancia cero respecto a las críticas, resulta sumamente inquietante que Peng Shuai parezca estar en paradero desconocido tras haber acusado a un ex alto cargo del Gobierno de agresión sexual”, ha agregado.
“La presunta declaración realizada recientemente por Peng de que ‘todo va bien’ no debería aceptarse como auténtica, ya que los medios de comunicación estatales chinos tienen todo un historial de extraer declaraciones de personas bajo coacción, o simplemente inventárselas”, ha continuado Lau, que ha insistido en que “estas preocupaciones no se desvanecerán a menos que se confirmen la seguridad y el paradero de Peng”.
“Aunque actualmente resulta difícil especular sobre los motivos tras la aparente desaparición de Peng Shuai, lo que está claro es que las autoridades chinas deben investigar adecuadamente sus denuncias de violencia sexual a manos de un alto cargo político”, ha añadido. A juicio de Lau, el caso de Peng “pone de manifiesto el trato al que se enfrentan las mujeres que sobreviven al abuso sexual en China”, de las que ha dicho que sus denuncias son “sistemáticamente ignoradas y que a menudo son atacadas por alzar la voz”.
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