Bielorrusia informó este miércoles que el presidente Alexander Lukashenko y la canciller alemana Angela Merkel acordaron iniciar negociaciones a nivel europeo para resolver la actual crisis migratoria en las fronteras de la Unión Europea (UE) con Bielorrusia.
El líder bielorruso y Merkel “acordaron que el problema en su conjunto se elevará al nivel de Bielorrusia y la UE”, dijo la agencia estatal de noticias Belta, citando el servicio de prensa de Lukashenko, y añadió que los funcionarios “de ambas partes iniciarán inmediatamente las negociaciones”.
“Es en ese contexto que se examinará el deseo de los refugiados de ir a Alemania”, añade el comunicado. Merkel y Lukashenko hablaron el miércoles por teléfono, la segunda vez en tres días.
“Las partes han llegado a cierto entendimiento sobre cómo actuar y avanzar para resolver los problemas existentes”, añadió el servicio de prensa del presidente Lukashenko, lo que incluiría que la UE y Minsk designen a funcionarios para las negociaciones.
Según las mismas fuentes, Lukashenko fue informado en la llamada por Merkel de la solicitud de la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, de que “participen obligatoriamente en este proceso las organizaciones internacionales que se ocupan de los refugiados y los migrantes”.
Minsk asegura que estas organizaciones “ya cooperan activamente con el lado bielorruso”, que se apoya en la Cruz Roja bielorrusa.
El pasado día 11, dos representantes en Bielorrusia de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) visitaron el campamento en el bosque en la frontera bielorrusa-polaca.
Pero el martes el portavoz de la Secretaría General de la ONU, Farhan Khan, dijo que estas dos agencias no han tenido acceso a los aproximadamente 2.000 migrantes que se encuentran atrapados en la frontera, aunque están listos para ayudarles.
El martes Lukashenko afirmó que propuso a Merkel el lunes en su primera llamada telefónica una vía de arreglo a la crisis, sin revelar los detalles, y que la canciller alemana pidió tiempo para consultar a los miembros de la UE antes de volver a contactar al mandatario bielorruso.
También ayer el líder de Bielorrusia ordenó abrir un centro logístico en la región de Grodno, cerca de la frontera con Polonia, donde pasaron la noche unos mil migrantes. Otros se quedaron en el puesto de control de Bruzgui-Kuznitsa y un tercer grupo volvió al campamento viejo del bosque, según el Comité Estatal de Fronteras.
En total seis migrantes han sido ingresados en hospitales en Grodno. Esta mañana Bielorrusia decidió ubicar a algunos de los migrantes en “otros lugares”, sin precisar en cuales.
Miles de migrantes, principalmente de Medio Oriente, llevan días bloqueados a lo largo de la frontera entre Polonia y Bielorrusia con la esperanza de entrar en la Unión Europea.
Los países occidentales señalan al líder bielorruso por alentar la crisis como represalia a las sanciones de Bruselas contra su régimen.
El miércoles, Polonia advirtió que la crisis podía durar años, tras usar el martes gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a migrantes que estaban arrojando piedras mientras intentaban cruzar la frontera.
Además, el presidente polaco, Andrzej Duda, declaró que su país no aceptará acuerdos en la crisis fronteriza con Bielorrusia a los que se llegue sin su participación.
(Con información de AFP y EFE)
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