El taxista del fallido atentado de Liverpool relató cómo logró salir vivo de la explosión y qué pasó dentro del vehículo

David Perry estaba dentro del automóvil cuando se detonó la bomba casera que manipulaba el presunto terrorista suicida, pero pudo escapar antes que el vehículo quede envuelto en llamas

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David Perry y su esposa
David Perry y su esposa

David Perry recogió a un pasajero el domingo como cualquier otro, sin sospechar que su vida estaba en peligro por la bomba casera que llevaba su cliente. Ahora, aclamado como posible héroe, intenta reconstruir los hechos de los instantes en los que sobrevivió a la explosión mientras las autoridades todavía manejan varias hipótesis.

Los primeros informes apuntaban que Perry vio la bomba, saltó del coche y encerró al pasajero dentro del auto antes de la explosión justo antes de las 11 de la mañana. Las nuevas versiones le quitaron el manto de épica, aunque todavía destacan el esfuerzo que hizo el conductor para salvar su vida. Se especula ahora que fue la protección contra el COVID-19 lo que pudo haberle salvado la vida. Ya fue dado de alta tras haber quedado hospitalizado por sus heridas.

Un amigo de Perry contó a The Times que el taxista vio al pasajero jugueteando con un artefacto.

Su esposa, Rachel, dijo en un mensaje de redes sociales que todavía no sale de su estupor. “Está bien, pero está muy dolorido y está tratando de asimilar lo que ha pasado. Hay muchos rumores sobre que es un héroe... pero la verdad es que, sin duda, tiene suerte de estar vivo. La explosión ocurrió mientras él estaba en el coche y cómo consiguió escapar es un auténtico milagro. Sin duda, tenía unos ángeles de la guarda que le cuidaban”.

Las imágenes de una cámara de seguridad muestran que el conductor salió como pudo, momentos después de recobrar el conocimiento y apenas unos instantes previos a que el vehículo quede envuelto en llamas.

David Perry estaba dentro del automóvil cuando se detonó la bomba casera que manipulaba el presunto terrorista suicida, pero pudo escapar antes que el vehículo quede envuelto en llamas

En el hospital, Perry fue atendido por quemaduras, heridas de metralla en la espalda y lesiones en la oreja izquierda. El pasajero murió en el acto.

Michael Sultan, tío del taxista, lo visitó junto a su esposa y contó: “Gracias a Dios está de una pieza. Tiene algunas heridas en la oreja izquierda. Tiene el tímpano perforado y han tenido que coserle la parte posterior de la oreja y el lóbulo de la misma, que se ha desprendido”. Con respecto a la investigación de los hechos y el momento de la explosión, comentó: “Él sólo estaba tomando un viaje hacia el hospital. Dijo que estaba más o menos semiinconsciente después de la explosión. Su instinto fue salir del coche”.

La explosión ocurrió justo antes de las 11 de la mañana (hora local y GMT) durante las conmemoraciones a las víctimas de la guerra, llamado “Día del Recuerdo” en Reino Unido. A pocos cientos de metros, soldados, veteranos y miembros del público estaban reunidos para un homenaje en la catedral de Liverpool, por lo que una hipótesis es que el pasajero quería atentar contra el lugar.

Por ahora también se desconoce cuál fue el motivo del atentado, según reconoció en un encuentro previo con medios de comunicación el subinspector de la Unidad Antiterrorista del cuerpo policial de North West, Russ Jackson.

El tío del taxista narró los dramáticos momentos que vivió la esposa de Perry, en los que pensó lo peor. Había visto la explosión en las redes sociales y reconoció el vehículo de su pareja. Poco después, la policía tocó su puerta. “Ella estaba en crisis. Decía ‘oh no, por favor’. Hizo las cuentas. Pero le dijeron que no se preocupe, estaba vivo”.

Forenses trabajan en el lugar
Forenses trabajan en el lugar de la explosión (Reuters)

Continúa la investigación

La Policía británica dejó en libertad sin cargos a los cuatro hombres detenidos tras el ataque, por lo que por ahora el único sospechoso es Emad Al Swealmeen, que falleció supuestamente tras detonar una artefacto casero en el interior de un taxi.

Al Swealmeen, de 32 años y origen sirio, había pedido asilo sin éxito en Reino Unido, si bien las autoridades han evitado especular públicamente sobre los motivos que le habrían llevado a cometer lo que ya se cataloga formalmente como un “incidente terrorista”.

Entre el domingo y el lunes, las fuerzas de seguridad detuvieron a cuatro hombres de entre 20 y 29 años por su presunta relación con los hechos, pero finalmente han quedado en libertad sin que pese cargo alguno sobre ellos. Las autoridades se centran ahora en investigar la vivienda donde vivía alquilado Al Swealmeen y donde, según la Policía, se han encontrado “importantes pruebas”.

(Con información de AFP, Europa Press)

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