El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, formuló este lunes una advertencia a Rusia contra eventuales provocaciones en la frontera de ese país con Ucrania, donde se registra un importante despliegue militar.
“Toda nueva provocación o acción agresiva por parte de Rusia sería muy preocupante. Llamamos a Rusia a dar una prueba de transparencia sobre sus actividades militares”, dijo Stoltenberg en una conferencia de prensa junto al canciller de Ucrania, Dmytro Kuleba.
El despliegue militar de Rusia en las proximidades de la frontera con Ucrania hizo encender las lunes de alarma por la posibilidad de un agravamiento de las tensiones entre los dos países.
Internamente, Ucrania se enfrenta a grupos separatistas apoyados por Rusia desde que este país anexionó la península de Crimea en 2014.
“En semanas recientes, hemos visto una enorme e inusual concentración de fuerzas rusas en las fronteras con Ucrania”, dijo Stoltenberg. “La OTAN se mantiene vigilante. Estamos acompañando la situación muy de cerca y seguimos realizando consultas con aliados y asociados”, añadió.
Stoltenberg apuntó que “es importante prevenir una escalada y reducir las tensiones. La OTAN sigue del lado de Ucrania. No aceptamos y no aceptaremos la anexión ilegal e ilegítima de Crimea”, dijo. “Todos los aliados de la OTAN están unidos en la condena al comportamiento de Rusia”, reforzó.
Stoltenberg recalcó que el apoyo de la OTAN a Ucrania “no es una amenaza para Rusia” y agregó que los ejercicios de la Alianza en la región del Mar Negro son “defensivos y transparentes”.
Tensión en Bielorrusia
El secretario general reiteró la condena de la OTAN a la “instrumentalización” que hace el régimen del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, “de migrantes vulnerables”, que se produce al mismo tiempo que el despliegue ruso junto a Ucrania.
“Son acontecimientos que están pasando al mismo tiempo. También vemos tensiones creciendo en partes de los Balcanes Occidentales, así que hay muchas cosas pasando al mismo tiempo y la OTAN tiene que estar vigilante”, comentó.
De todas formas, dijo que no se aprecia “ninguna amenaza inminente de agresión militar alguna contra países de la OTAN”.
“Pero vemos una situación muy difícil evolucionando en la frontera entre un aliado de la OTAN, Polonia, y Bielorrusia, y también vemos similares situaciones en Lituania y Letonia”, indicó.
Aun así, señaló que corresponde a los países de la Alianza decidir si invocan el artículo 4 del tratado fundacional de la OTAN, según el cual un aliado puede solicitar consultas si ve amenazada su integridad territorial, su independencia política o su seguridad.
El ministro ucraniano aseguró que lo que Rusia hace en la frontera con su país “no es simplemente un aumento de fuerzas militares”, ya que, según dijo, las desplegadas en primavera “realmente nunca las retiró”.
“Lo que vemos ahora es una situación que se deteriora en la que Rusia está demostrando que puede activar con rapidez las tropas y equipamientos ya acumulados y que cualquier opción, incluida la militar, está sobre la mesa para el liderazgo ruso”, aseveró.
Apuntó que Moscú “sigue alimentando el conflicto en el este de Ucrania suministrando armas y tropas, financiando la administración de la ocupación, emitiendo pasaportes rusos a los locales”.
“Las maniobras militares de Rusia, la crisis energética en Europa, el uso dramático de migrantes como armas en las fronteras de Polonia y Lituania con Bielorrusia y la masiva desinformación se tienen que ver como un complejo de eventos, porque todos son elementos de la guerra híbrida de Rusia en la comunidad europea y euroatlántica”, recalcó.
(Con información de EFE)
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