Un tribunal francés condenó el miércoles al asesino de una anciana judía a cadena perpetua, sin posibilidad de libertad condicional durante 22 años, por el asesinato antisemita de 2018, que generó protestas en todo el país.
Yacine Mihoub fue condenada por el asesinato de Mireille Knoll, de 85 años, quien fue apuñalada 11 veces y cuyo cuerpo fue parcialmente quemado después de que su apartamento de París fuera incendiado el 23 de marzo de 2018.
Un segundo imputado, Alex Carrimbacus, fue absuelto de asesinato por el tribunal de París, pero declarado culpable de robo con motivos antisemitas, por lo que fue condenado a 15 años de prisión.
El tribunal dijo que el ataque, que comenzó como un robo, fue alimentado por “un contexto más amplio de antisemitismo” y “prejuicios” sobre la supuesta riqueza del pueblo judío, lo que llevó a Mihoub a creer que la víctima tenía “tesoros escondidos” en su vivienda.
El director de Relaciones Internacionales del Centro Wiesenthal, Shimon Samuels, celebró la condena y pidió que no se reduzcan las penas en casos de este tipo.
“A diferencia del asesino de Sarah Halimi, que no ha sido juzgado sino enviado a una clínica psiquiátrica porque se encontraba ‘bajo la influencia del cannabis’ al momento del ataque, los asesinos de Mireille Knoll han sido condenados respectivamente a 30 y 15 años. La pena fue mayor por el cargo de ‘crimen de odio’“.
Yacine Mihoub, quien aparentemente gritó “Allahu akbar” (Dios es grande) en el momento del ataque, fue interrogado durante el juicio sobre las inscripciones en su celda glorificando a los perpetradores de ataques islamistas, y sobre libros que guardaba, como Mein Kampf, o algunos sobre la ley Sharia o sobre Mohamed Merah, el perpetrador de la masacre de la escuela judía de Toulouse. Todos estos elementos confirmaron su motivación antisemita.
El Centro Wiesenthal, en un comunicado, enfatizó: “No debería haber una reducción de las sentencias por un crimen tan atroz. Esperamos que, teniendo en cuenta las circunstancias antisemitas, esto represente un nuevo paso para la jurisprudencia francesa”.
“La policía y los jueces ahora tienen acceso a la definición de IHRA y la legislación sobre delitos de odio”, concluyó Samuels.
La familia de Knoll, por su parte, elogió el veredicto como “justo”.
El presidente Emmanuel Macron asistió al funeral de la octagenaria, que había sobrevivido a una redada contra los judíos en París en 1942 durante la Segunda Guerra Mundial al huir con su madre a Portugal y que luego se casó con un sobreviviente de Auschwitz. Se estima que unas 30.000 personas participaron entonces de una marcha silenciosa en memoria de Knoll.
Socialmente, el asesinato de Knoll causó más repugnancia porque al momento de su muerte la mujer padecía la enfermedad de Parkinson y no podía moverse sin ayuda.
La comunidad judía francesa -compuesta por unos 500.000 miembros, lo que la convierte en la más grande de Europa- se ha visto sacudida por una serie de ataques en los últimos años por parte de islamistas radicales que han tenido como objetivo a los judíos.
En marzo de 2011, el pistolero Mohamed Merah mató a tiros a un maestro y a tres niños en una escuela judía en la ciudad de Toulouse en marzo de 2011.
Cuatro años después, cuatro personas fueron asesinadas en una toma de rehenes en un supermercado judío en París por un cómplice de los dos hermanos que había masacrado a un grupo de caricaturistas de Charlie Hebdó por caricaturas de Mahoma unos días antes.
Durante el juicio por homicidio de tres semanas, los acusados, ambos reincidentes que se habían conocido en la cárcel, se culparon mutuamente de su muerte.
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