Un asesino adolescente de 15 años fue declarado culpable de la muerte de otro joven a quien apuñaló 70 veces en el cuello, pecho y abdomen y trató de decapitar en un ataque brutal.
La víctima se llamaba Roberts Buncis, quien estaba apenas a dos días de celebrar su cumpleaños número 13. El victimario, Marcel Grzeszcz, quien era su amigo, lo terminó matando por considerarlo un “soplón”.
De acuerdo a lo que se supo en la corte, Grzeszcz intentó decapital a su joven víctima y quitarle la mano o los dedos derechos durante el terrible ataque, que ocurrió en la localidad de Fishtoft, Lincolnshire (Inglaterra).
El joven asesino recibió una sentencia de por vida por haber sido encontrado culpable con un mínimo de al menos 16 años y 36 días de prisión para que sea revisada su sentencia.
De acuerdo a sus propias declaraciones ante el jurado, Grzeszcz se reunió con Roberts en el Village Green (un sitio de la localidad) para poder darle drogas al chico y que este las vendiera.
Sin embargo, la pareja comenzó a discutir cuando el acusado no recibió el pago de 50 libras esterlinas (68 dólares) que esperaba.
Según el acusado su víctima lo apuñaló con un cuchillo y eso hizo que “perdiera el control”.
Grzeszcz dijo que recordaba haber apuñalado al muchacho una vez en el cuello, pero no recordaba haberle infligido las otras heridas sufridas por la víctima.
Tras el “ataque brutal y prolongado”, el asesino corrió a su casa e intentó esconder el cuchillo y quemar la ropa y los guantes que llevaba.
Luego envió un mensaje a sus amigos: “No estaba destinado a ser así”.
El cuerpo de Roberts fue encontrado al día siguiente, 12 de diciembre del año pasado. La punta del cuchillo todavía estaba incrustada en su cráneo.
Un joven problemático
También se supo en la corte que esta no era la primera vez que Grzeszcz había tenido comportamientos violentos o amenazantes hacia otras personas. Por el contrario, tenía antecedentes de problemas de drogas y violencia.
Una madre de la escuela secundaria donde asistían los dos jóvenes dijo que Grzeszcz había sido expulsado de la escuela primaria después de que llevara un cuchillo a la clase y amenazara con él a una compañera. Tenía entonces apenas 10 años.
Grzeszcz luego se mudó a Haven High Academy, pero fue excluido por vender drogas y enviado a una unidad de referencia de alumnos.
Por su parte, el padre de la víctima, Edgars, leyó en voz alta una declaración conmovedora ante la corte en la que dijo que había perdido su “destino y propósito”.
“Mi vida está en el cementerio. Me siento vacío, nada cambiará esto”, afirmó.
Otro que intervino en la corte fue el inspector jefe detective Richard Myszczyszyn, de la Unidad de Operaciones Especiales de East Midlands, quien calificó el ataque como “brutal” y “sin sentido” pero con “consecuencias devastadoras”.
“Es una tragedia que afectó profundamente a la escuela y la comunidad local, y que permanecerá con todos nosotros durante toda la vida. El nivel de violencia, y que involucró a los niños, hace que sea aún más difícil de comprender. No podría haber un mensaje más fuerte que este sobre la posible devastación que puede traer portar un cuchillo”, afirmó.
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