La Policía Judicial de Portugal anunció este lunes el resultado de una megaoperación llamada Miríade para combatir el tráfico de drogas, oro y diamantes en la que cayeron varios exmilitares.
De acuerdo con el diario Público, en el operativo se emitieron 100 órdenes de allanamiento (95 nacionales y cinco no domiciliadas) y se detuvieron diez imputados, la mayoría de ellos ex militares, entre los que también se encuentra un abogado del municipio de Cascais.
Tres de los detenidos siguen siendo militares y, por lo tanto, fueron trasladados a la prisión militar de Tomar el mismo lunes por la tarde. El resto están en la prisión adscrita a la Policía Judicial. En las próximas 48 horas deberán comparecer ante un Juez en la capital Lisboa para que se conozcan las medidas correctivas a las que fueron sometidos durante la investigación.
Las búsquedas se realizaron en las regiones de Lisboa, Funchal, Bragança, Porto de Mós, Entroncamento, Setúbal, Beja y Faro. Uno de los objetivos de los allanamientos fue el regimiento de Comandos, en el cuartel de Carregaira , en Belas, municipio de Sintra.
Según la Policía Judicial, se investiga una red criminal con conexiones internacionales, que se dedica a la obtención de ganancias ilícitas a través del contrabando de diamantes y oro, narcotráfico, falsificación y paso de moneda falsificada, acceso ilegítimo y fraude informático con el fin de blanquear dinero.
El medio portugués logró confirmar que los militares sospechosos, tanto los activos, comandos y excomandantes, no son de altos rangos y se cree que utilizaron misiones portuguesas, dependientes de la ONU, concretamente en la República Centroafricana, para llevar a cabo actividades delictivas.
Entre los sospechosos también se encuentra un miembro actual de la Guarda Nacional Republicana (GNR) y un agente de la Policía de Seguridad Pública (PSP) que participó en estas misiones. El elemento PSP ejerce funciones en el Comando Metropolitano de Lisboa.
Los militares transportaron drogas, oro y diamantes desde ese país en guerra a Europa a bordo de aviones militares, cuya carga no era inspeccionada. La investigación descubrió que, por ejemplo, en lo que respecta a los diamantes en bruto, se transportaron por tierra a Amberes y Bruselas, Bélgica, donde se vendieron a precios multimillonarios.
Para lavar el dinero, compraron criptomonedas negociadas en Internet sin el control de las autoridades financieras. Y recurrieron a testaferros que pusieron a disposición sus cuentas bancarias a cambio de un 50% del valor de los depósitos.
El caso ha causado reacciones al interior del gobierno portugués, que repudió el papel de militares o miembros de la policía en la red de tráfico internacional desmantelada por las autoridades. Aún así, consideraron que estos hechos no deberían minar la imagen institucional de las Fuerzas Armadas de Portugal, las cuales se han destacado por su apoyo en operaciones de seguridad internacional.
“Lo que digo es que la imagen internacional de Portugal se beneficia mucho del hecho de que somos, como nos gusta decir, un contribuyente neto a la seguridad internacional, y del hecho de que, en particular en las misiones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, pero también en misiones de la OTAN y de la Unión Europea, el papel de los militares portugueses debe ser reconocido por unanimidad “, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores, Augusto Santos Silva
Por su parte, el subsecretario de Estado y de Defensa Nacional, Jorge Seguro Sanches, dijo que la investigación y las capturas son muy importantes para la credibilidad de las instituciones militares.
“En cuanto surgieron algunas sospechas sobre esta situación, los propios cuerpos empezaron a realizar esta investigación y este resultado ya está funcionando”, agregó y destacó el trabajo de la Policía Judicial Militar para desmantelar la red criminal.
“Lo que observamos es, con toda tranquilidad, las instituciones funcionando, aclarando lo que tienen que aclarar y actuando, si es necesario, en esta situación”, consideró.
De acuerdo con un comunicado del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, las primeras denuncias de irregularidades llegaron en 2019 y desde entonces se está investigando la posible participación de militares portugueses en el comercio de diamantes, oro y drogas.
“Una vez aclaradas las responsabilidades, las Fuerzas Armadas tomarán las medidas necesarias, siendo absolutamente intransigentes con las desviaciones de los valores y la ética militares. Las Fuerzas Armadas repudian totalmente estos comportamientos contrarios a los valores de la institución militar”, se lee en el comunicado.
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