Los obispos franceses admitieron la responsabilidad de la Iglesia en los abusos sexuales de cientos de miles de víctimas

La cúpula eclesiástica de Francia, reunida en Lourdes, decidió “reconocer la responsabilidad institucional”, luego de la investigación que acusó a la Iglesia del país por la violencia sexual que sufrieron miles de niños y adolescentes

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Un mes después de la
Un mes después de la publicación del informe de la comisión Sauvé, los obispos reunidos en Lourdes anunciaron "gestos" y un "calendario" de medidas para luchar contra la delincuencia infantil en la Iglesia.

Un mes después de la publicación del impactante informe de pedocriminalidad de la comisión “Sauvé” en la Iglesia en Francia, los obispos católicos galos, reunidos en Lourdes propusieron “gestos " y un “calendario” de medidas para luchar contra la delincuencia infantil en la Institución católica. Luego del cónclave, que comenzó el sábado, los sacerdotes reunidos reconocieron que la “Iglesia puede ser un lugar de delitos graves, de ataques formidables contra la vida y la integridad de niños y adultos”

Con una fuerte expectativa, especialmente entre las víctimas, los 120 obispos debían adoptar decisiones en una votación a puertas cerradas, en especial para responder a las demandas de los afectados. Los clérigos, en su primera “explicación” pública, han decidido reconocer la responsabilidad institucional de la Iglesiaen la violencia sexual que sufren miles de víctimas y la “dimensión sistémica” de estos crímenes, al menos así fueron las palabras este viernes del presidente de la Conferencia Episcopal de los obispos franceses (CEF), Eric de Moulins-Beaufort.

El titular del episcopado comenzó su discurso de clausura con la foto de un niño llorando. “Es por este niño, niña o adolescente que llora, que hemos reflexionado, trabajado, decidido. (...) Es demasiado tarde, dijimos el sábado, para consolar a este niño. No es (demasiado tarde) para recordarlo”.

El informe Sauvé estimó en 216.000 el número de personas mayores de 18 años que fueron víctimas de violencia o agresión sexual durante su minoría por parte de clérigos o religiosos católicos en Francia entre 1950 y 2020. El número de víctimas sube a 330.000 si son sumados los laicos agresores que trabajan entre los muros de la institución.

Durante el fin de semana, obispos, sacerdotes, jefes de órdenes religiosas y algunos fieles decidieron honrar la memoria de las víctimas de la pedocriminalidad meditando frente a una foto y organizando una oración de arrepentimiento en el santuario.

Sellado al muro del hemiciclo en el que se encuentra el episcopado, la imagen presagia la construcción de un “lugar de la memoria” , decidido en marzo por los obispos pero cuyos términos aún no se han definido. La foto fue tomada por una víctima y un texto sobre “la violencia sufrida” y el “sufrimiento” de este niño.

El obispo Moulins-Beaufort evocó la necesidad de que la Iglesia “cuente con confianza en los servicios de la justicia y la policía de nuestro país”, por lo que confirmó además la constitución de “grupos de trabajo”, integrados por “laicos”.

“Entendimos que necesitábamos ayuda externa. No estamos capacitados para ser investigadores, fiscales o jueces de instrucción”, añadió, en lo que muchos consideran un mensaje para el gobierno francés, luego de las disputas sobre la primacía de la ley sobre el secreto de confesión.

El debate había involucrado, incluso, al presidente Emmanuel Macron. Luego de la impactante revelación, el jefe de Estado dio la bienvenida al “espíritu de responsabilidad” de la Iglesia, la escalada del conflicto tomó aristas institucionales que provocaron un llamado del gobierno a las autoridades de la curia francesa.

Al inicio de su intervención,
Al inicio de su intervención, el presidente de la Conferencia Episcopal, Moulins-Beaufort, volvió al reconocimiento de " la responsabilidad institucional de la Iglesia" en la violencia sexual cometida dentro de la institución.“Lo hicimos sobre todo porque sentimos la mirada de Dios sobre nosotros"

Un día después de la presentación del informe Sauvé, Moulins-Beaufort, había sostenido que el secreto de la confesión era “más fuerte que las leyes de la República” . Palabras que despertaron duras críticas del arco político francés, algunos argumentando que el gobierno fue mucho más duro en denunciar el “separatismo islamista” que estas declaraciones.

Dando el giro esperado hacia el gobierno de Macron, los dichos de los prelados esta en el sentido de aceptar una apertura de los “muros eclesiásticos”. “Tenemos mucho que ganar con la conclusión de protocolos con los fiscales. Tenemos todo que ganar si confiamos con confianza en los servicios de justicia y policía de nuestro país.”

Reparación para las víctimas

Más allá de las primeras manifestaciones públicas o la ampliación para una investigación civil, el interrogante siguen siendo: ¿quién indemnizará a las víctimas? 216.000 personas que han sido víctimas de violencia o agresión sexual en su infancia por parte de religiosos desde la década de 1950, 330.000 si se integra a las personas agredidas por laicos que trabajan en instituciones de la Iglesia Católica

La Iglesia ya había previsto la creación de un fondo de dotación específico. Aportado por obispos, sacerdotes y feligreses, este fondo es el que debía indemnizar, a partir de 2022, a las víctimas que así lo reclamen. No obstante, los aportes enfrentan la masividad de las denuncias, y consecuentemente, reclamos. Estos fondos no resultan suficientes para el tamaño de las reclamaciones.

Tal es la preocupación, que hasta el arzobispo de Estrasburgo, Monseñor Luc Ravel, reconoció que “el camino que se abre ante nosotros es abismal. La cúpula eclesiástica había calculado en cinco, seis, ocho millones de euros, los fondos suficientes para reparar civilmente los daños, los cuales ahora podrían ascender a “cientos de millones de euros”.

Moulins-Beaufort, durante su discurso de clausura en la asamblea plenaria, no abordó las reparaciones para las víctimas. Si bien los obispos reconocieron este viernes la “responsabilidad institucional” y “de escuchar a la justicia y reparación” que ello conlleva, aún iban a esperar para el establecimiento de un mecanismo concreto.

El debate rozó al presidente
El debate rozó al presidente francés, Emmanuel Macron. El jefe de Estado llegó a requerir al ministro del Interior que reciba al presidente de la Conferencia Episcopal de Francia en la controversia por la primacía de la ley francesa sobre el secreto de confesión.

Se mencionó con insistencia la creación de un organismo independiente, financiado por un fondo patrimonial y encargado de identificar a las víctimas y recaudar sus solicitudes de reparación.

El mensaje del titular de la Conferencia Episcopal es considerado clave, aunque más detalles de las resoluciones se darán a conocer en las próximas horas. “El proceso sinodal será puntuado por nuestra asamblea plenaria en marzo y por la sesión extraordinaria en junio” , detalla el presidente de la Conferencia Episcopal de Francia, dando cuenta de un proceso que recién comienza.

“El trabajo continuará para nosotros hasta la primavera de 2023, cuando se organizará un evento sinodal para evaluar lo adquirido, transformar lo que debe ser en una decisión, decidir el discernimiento a perseguir” , enfatizó Moulins-Beaufort. Ya están surgiendo algunas vías, como " fortalecer el papel de las provincias y simplificar nuestras estructuras”.

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