El primer ministro de Irak, Mustafa al-Kadhemi, resultó ileso de un “intento de asesinato” en la madrugada del domingo con drones explosivos contra su residencia en Bagdad, escenario en días recientes de disturbios entre fuerzas de seguridad y grupos proiraníes.
Una fuente de seguridad señaló que “dos miembros de la guardia personal presidencial resultaron heridos”, sin precisar su gravedad.
El intento de asesinato contra el primer ministro iraquí fue llevado a cabo con “tres drones, dos de los cuales fueron derribados” por la guardia personal de Mustafa al Kadhemi, indicaron dos fuentes de seguridad.
Los tres aparatos “fueron lanzados desde un lugar cercano al puente de la República”, antes de dirigirse a la Zona verde donde está la residencia del primer ministro, dijo una de esas fuentes, que precisó que “dos drones fueron derribados” en vuelo. El tercero explotó su carga contra la residencia, hiriendo a dos guardaespaldas de Kadhemi, quien resultó ileso.
El ataque, primero contra la residencia de Kadhemi, en el poder desde mayo de 2020, no fue reivindicado de inmediato. Sin embargo, la acción fue condenada como un “aparente acto de terrorismo” por Estados Unidos y calificada por el presidente iraquí Barham Salih como un “intento de derrocar el orden constitucional”.
Poco después del ataque, en su cuenta de Twitter, Kadhemi hizo un llamado a “la calma y a la moderación de parte de todos, por el bien de Irak”.
“Mi residencia ha sido blanco de una agresión cobarde. Estoy bien, gracias a Dios, así como quienes trabajan conmigo”, declaró en un corto video, en el que se le ve sentado en un escritorio.
La Zona Verde, donde se ubica su residencia es un perímetro ultraprotegido situado en el centro de la capital que alberga la embajada estadounidense y otros edificios gubernamentales.
En las fotos distribuidas por los servicios de Kadhemi, es posible ver una puerta de madera y grabados tirados por el suelo, también las escaleras exteriores dañadas.
“Nos alivia saber que el primer ministro está ileso. Este aparente acto de terrorismo, que condenamos fuertemente, apuntaba al corazón del Estado iraquí”, afirmó en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, e indicó que ofrecieron su ayuda en la investigación de este ataque.
La misión de las Naciones Unidas en Irak también condenó el ataque en “los términos más enérgicos”.
El influyente líder chií Moqtada Sadr habló de un ataque “contra Irak y el pueblo iraquí”.
Después del suceso, importantes fuerzas de seguridad se desplegaron en el interior y en los alrededores de la Zona Verde.
Las ofensivas contra la Zona Verde son recurrentes. El pasado domingo, tres cohetes estallaron en Mansur, un barrio adjunto, sin causar heridos. A menudo han tenido también como objetivo la embajada estadounidense. Los ataques con bombas con drones se han multiplicado en los últimos meses, especialmente contra los intereses estadounidenses, en Bagdad y Erbil.
El ataque contra Kadhemi ocurre en un momento de tensión en Irak tras las elecciones legislativas del 10 de octubre y en plenas transacciones entre partidos en vistas a la formación de un gobierno.
La influyente coalición Hashd al Shaabi discute con vehemencia los resultados de esta votación, en la que su brazo político Alianza de la Conquista perdió numerosos escaños en el Parlamento, según resultados preliminares. Los partidarios de esta coalición proirani de antiguos grupos paramilitares ahora integrados en el Estado han iniciado protestas, con sentadas en las dos entradas de la Zona Verde.
La dirección de Hashd califica los comicios de “fraude” y “estafa”. Pese a su hundimiento electoral, esta coalición seguirá siendo una influyente fuerza en el Parlamento.
Los resultados preliminares apuntan como ganador de las elecciones al líder chiita Moqtada Sadr, cuya corriente obtuvo más de 70 escaños de los 329 de la cámara.
El resultado definitivo de la votación debe publicarse en unas semanas.
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