Por primer vez en tres años el Parlamento israelí logró un consenso y aprobó el presupuesto para 2022 del primer ministro Naftali Bennett

La ley fue autorizada tras una jornada maratónica de más de 600 votaciones separadas en la cámara y significa un triunfo para el Gobierno que ahora garantizó su continuidad hasta el 2024

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El Parlamento israelí aprobó el presupuesto para 2022 del primer ministro Naftali Bennett
El Parlamento israelí aprobó el presupuesto para 2022 del primer ministro Naftali Bennett

El Parlamento de Israel culminó la madrugada de este viernes la aprobación de los presupuestos estatales para 2021 y 2022, una victoria para la heterogénea coalición de Gobierno que consigue cierta estabilidad tras años de crisis y parálisis en este país.

Son las primeras cuentas aprobadas en tres años en el Knéset, el parlamento israelí, tras una parálisis política entre diciembre de 2018 y junio de 2021, periodo en el que llegaron a celebrarse cuatro elecciones anticipadas. “Esta noche, hemos puesto nuevamente en el buen camino a Israel. Por fin hay un presupuesto”, declaró el primer ministro, Naftali Bennett, en su cuenta de Twitter.

La coalición ha sacado adelante las cuentas para el próximo año mucho antes de marzo de 2022, fecha máxima establecida, no como en el caso de los Presupuestos de 2021, que han salido adelante apenas diez días antes de la fecha estipulada para la disolución automática del Gobierno y convocatoria de nuevas elecciones ante la imposibilidad de conseguir los apoyos para dicho fin.

El bloqueo político terminó en junio con la formación de una heterogénea coalición de partidos de derecha, centro, izquierda y un árabe liderada por Bennett y su ministro de Exteriores Yair Lapid, que puso fin al longevo mandato de Benjamin Netanyahu.

Votación en el Parlamento israelí, Knéset, del presupuesto anual, este jueves. EFE/EPA/ABIR SULTAN
Votación en el Parlamento israelí, Knéset, del presupuesto anual, este jueves. EFE/EPA/ABIR SULTAN

La dispar alianza se enfrentaba a una prueba de fuego esta semana con los debates de sus presupuestos para 2021 y 2022 en el Parlamento. Con apenas 61 diputados de 120, se arriesgaban a una disolución de la cámara y a una repetición electoral si no conseguían aprobarlos.

Pero después de dos jornadas maratonianas con más de 600 votaciones separadas en la cámara, la coalición obtuvo luz verde a sus cuentas, que incluyen un gasto de 609.000 millones de séqueles (194.000 millones de dólares) para 2021 y 573.000 millones de séqueles (183.000 millones de dólares) para 2022.

La aprobación del presupuesto de 2022 es especialmente relevante para la coalición, dado que aporta estabilidad de cara al cambio de funciones previsto entre Bennett y Lapid en 2023, justo a mitad del mandato de cuatro años.

Cualquier sospecha de que el ejecutivo podía caer antes de la llegada al poder del dirigente centrista podría haber incomodado al ala izquierdista de la alianza. “La coalición del cambio”, tuiteó Lapid, considerado el principal arquitecto de esta coalición.

LA CONFUSIÓN NETANYAHU

En medio del farragoso proceso, el ex primer ministro Netanyahu, ahora líder de la oposición, votó por equivocación hasta seis veces a favor del Gobierno.

El Gobierno israelí incluye un acuerdo de rotación para que el ministro de Exteriores Yair Lapid ocupe la jefatura a partir de 2023
El Gobierno israelí incluye un acuerdo de rotación para que el ministro de Exteriores Yair Lapid ocupe la jefatura a partir de 2023

“Cualquiera puede equivocarse al votar, no tienen más que preguntar a los electores de Bennett”, se excusó en Twitter el líder del partido de derechas Likud, que estuvo doce años en el poder.

Ahora en el lado contrario, Netanyahu tachó a la coalición como “un gobierno de mentirosos” y, según los medios locales, presionó a los integrantes de derecha de la alianza para cambiar su voto. “Tenemos que tumbar este gobierno irresponsable”, dijo a los diputados el miércoles.

Su fracaso puede dar más impulso a los crecientes llamados para un relevo en la cúpula del Likud, dijo a AFP el politólogo Yonatan Freeman de la Universidad Hebrea. “La aprobación del presupuesto debilita el control de Netanyahu en el Likud”, indicó.

Fue precisamente el bloqueo de unos presupuestos el motivo por el que cayó en diciembre de 2020 el último gobierno de Netanyahu, rodeado en los últimos años de acusaciones de corrupción.

En las elecciones de marzo, el ex gobernante no obtuvo la mayoría esperada, allanando el camino a la coalición de Bennett y Lapid que, por primera vez en la historia de Israel, está respaldada por un partido árabe.

(Con información de AFP y Europa Press)

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