La farmacéutica Pfizer afirmó este viernes que su píldora contra el COVID-19, usada en combinación con un medicamento contra el VIH ampliamente utilizado, reduce el riesgo de hospitalización o muerte en un 89% en adultos de alto riesgo que han estado expuestos al virus.
Se trata de la segunda píldora antiviral detrás de la de Merck que demuestra una gran eficacia para tratar el coronavirus.
Si los reguladores lo autorizan, es probable que cambie las reglas del juego en la lucha por la pandemia mundial en curso. Pfizer dijo que planea enviar sus datos a la Administración de Drogas y Alimentos “lo antes posible”.
La píldora de Pfizer, conocida científicamente como PF-07321332, es parte de una clase de medicamentos llamados inhibidores de proteasa y actúa inhibiendo una enzima que el virus necesita para replicarse en las células humanas. Los inhibidores de la proteasa se utilizan para tratar otros patógenos virales como el VIH y la hepatitis C.
El laboratorio informó que sus datos sobre el medicamento se basan en un estudio de etapa intermedia a tardía de 1.219 adultos que tenían al menos una afección médica subyacente y una infección confirmada por laboratorio en un período de cinco días. Los participantes también recibieron una dosis bajas de ritonavir, un medicamento que se usa comúnmente en tratamientos combinados para el VIH.
Según consignó CNBC, Pfizer detalló que hubo seis hospitalizaciones y cero muertes de los 607 participantes del ensayo que recibieron la píldora en combinación con el medicamento contra el VIH dentro de los cinco días posteriores al inicio de los síntomas. Eso se compara con 41 hospitalizaciones y 10 muertes de las 612 personas que recibieron un placebo.
Albert Bourla, director ejecutivo de Pfizer, expresó: “Estos datos sugieren que nuestro candidato a antivírico oral, si es aprobado por las autoridades reguladoras, tiene el potencial de salvar la vida de los pacientes, reducir la gravedad de las infecciones por COVID-19 y eliminar hasta nueve de cada diez hospitalizaciones”.
Podría estar disponible este año
El medicamento oral elaborado por Pfizer podría estar disponible este año si obtiene la autorización, habían adelantado el martes fuentes de la compañía.
Dicha píldora podría usarse para tratar a pacientes ya infectados o como medida preventiva para evitar que el virus se expanda en un hogar, después de que un miembro de la familia contraiga el virus.
Los ejecutivos de Pfizer dijeron que el tratamiento potencial muestra signos de ser efectivo contra varias variantes del virus, y se mostraron optimistas incluso antes de los resultados divulgados este viernes.
“Es un medicamento realmente importante para el mundo”, dijo el director científico de Pfizer, Mikael Dolsten.
Pfizer aumenta sus previsiones de beneficios
Mientras tanto, la farmacéutica elevó el martes sus estimaciones de ingresos anuales por su vacuna contra el COVID-19 Comirnaty, que desarrolla junto a la biotecnológica alemana BioNTech, gracias a la fuerte demanda fuera de Estados Unidos.
Ahora la empresa espera vender la vacuna este año por 36.000 millones de dólares, cuando la anterior previsión era de 33.500 millones.
“Más del 75% del aumento de los ingresos de Comirnaty en el tercer trimestre de 2021 proviene de países fuera de Estados Unidos”, dijo el director general de Pfizer, Albert Bourla, en el comunicado de los resultados trimestrales de la empresa.
“Estamos en camino de cumplir nuestro objetivo de suministrar al menos 2.000 millones de dosis a los países de ingresos bajos y medios para finales de 2022″, añadió; y señaló que la mitad de estas dosis se venderían al gobierno estadounidense a precio de coste para su distribución en los países más pobres del mundo.
En el conjunto del año, Pfizer tiene previsto suministrar 2.300 millones de vacunas en todo el mundo.
A finales de octubre, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó Comirnaty para niños de 5 a 11 años, allanando el camino para una nueva e importante campaña de vacunación en el país.
De julio a septiembre, Pfizer registró ventas de 24.100 millones de dólares, más de los 22.700 millones esperados por Wall Street.
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