Dos ex reclusos de la prisión número 2 de Pokrov, en la región de Vladímir, a unos cien kilómetros al este de Moscú, en la que cumple condena el líder opositor ruso, Alexei Navalny, denunciaron hoy los abusos a los que es sometido el político por parte de las autoridades de la institución penal.
“Cuando alguien no se arrodilla ante ellos, tienen un solo objetivo, quebrarlo”, afirmó al canal de televisión opositor Dozhd Narimán Osmánov.
El centro penitenciario número 2 es tristemente famoso por las numerosas denuncias de abusos y torturas, que incluyen palizas y privación de sueño, cometidas por miembros de unidades especiales encapuchados y sin distintivo.
Osmánov afirmó que las autoridades del penal conversaron con cada uno de los presos y les prohibieron estrictamente entablar cualquier tipo de conversación con el opositor ruso.
“Lo aislaron totalmente. Naturalmente sufríamos junto a él. Todavía no he podido restablecerme psicológicamente”, confesó, al señalar que no obstante, le señaló a Navalny dónde estaba la “zona segura”, el lugar donde se pueden practicar deportes.
Por su parte, Evgueni Burak comentó que en el destacamento pusieron a una veintena de presos que anotaban cualquier palabra de Navalny.
“Para que no pudiera dar ni un paso sin que nadie lo supiera”, afirmó, al señalar que cuando el opositor salía a reunirse con sus abogados, al destacamento llegaban oficiales del penal para que los presos les informasen.
Algunos de esos reclusos también intentaron infructuosamente provocarle para iniciar una pelea.
Navalny fue además objeto de torturas psicológicas durante la huelga de hambre de 24 días que hizo en la cárcel para exigir que le atendiesen médicos de su confianza ante el deterioro de su salud.
“Entre las 6 y las 7 de la mañana trajeron medio saco de embutidos, y comenzaron a freírlos para forzarlo a abandonar la huelga de hambre”, señaló Osmánov.
Además, pusieron en su celda a un preso de apellido Yúschenko, supuestamente enfermo de tuberculosis en su fase contagiosa, pero Osmánov logró advertir al opositor de que todo era un montaje.
Durante el ingreso de Navalny tras su huelga de hambre, las autoridades carcelarias proyectaron un vídeo a los presos sobre “la orientación sexual no tradicional” del opositor, justamente el 4 de junio, el día de su cumpleaños, según Burak.
Navalny, quien fue declarado por las autoridades carcelarias como “propenso a la fuga”, ha denunciado en reiteradas ocasiones las condiciones de su reclusión “cercanas a la tortura”, y el permanente acoso del cual es objeto.
El líder opositor ruso fue condenado en febrero pasado a dos años y medio de prisión por haber incumplido los términos de su libertad condicional cuando se recuperaba en Alemania tras ser envenenado con un agente químico de la clase Novichok que, según él, fue ordenado directamente por el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
En octubre pasado el Parlamento Europeo le otorgó el premio Sájarov a la libertad de conciencia del año 2021, al destacar la “gran valentía” de Navalny al que su lucha contra el Kremlin “le ha costado la libertad y casi la vida”.
Además, los eurodiputados demandaron la “liberación inmediata y sin condiciones” del opositor.
La noticia fue aplaudida por Occidente, pero el Kremlin rechazó abiertamente la decisión del Parlamento Europeo.
(Con información de EFE)
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