El régimen de Irán reconoció que ha aumentado significativamente sus reservas de uranio altamente enriquecido, a pocas semanas de que se reanuden las conversaciones para volver al acuerdo multilateral de 2015 que limitaba su programa nuclear.
Teherán ha ido abandonando paulatinamente sus compromisos tomados con las principales potencias, después de que Estados Unidos se retirara unilateralmente del pacto y restableciera las sanciones contra la República Islámica.
“Hemos superado los 210 kg de uranio enriquecido al 20% y hemos producido (hasta) 25 kg al 60%”, declaró el miércoles por la noche Behrouz Kamalvandi, portavoz de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), citado por la agencia oficial Irna.
En abril, la República Islámica de Irán anunció que había superado el umbral sin precedentes de enriquecimiento de uranio al 60% y, en septiembre, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) dijo que el país había producido 10 kg.
Un mes más tarde, el 10 de octubre, Mohamad Eslami, jefe del OIEA, indicó que las existencias de uranio enriquecido al 20% habían superado los 120 kg, existencias que en teoría permiten producir isótopos médicos, utilizados en particular en el diagnóstico de ciertos cánceres.
Para fabricar una bomba nuclear hay que enriquecer el uranio al 90%, algo que el régimen de Irán no ha hecho hasta ahora, pero los países occidentales están preocupados por los rápidos avances de Teherán.
Irán lleva décadas afirmando que su programa nuclear es pacífico y que no busca desarrollar un arma nuclear.
Irán advirtió que rechazará las “exigencias excesivas” de Occidente durante las negociaciones nucleares
El régimen de Irán advirtió este jueves que rechazará las “exigencias excesivas” de Occidente durante las negociaciones nucleares que deben reanudarse a finales de noviembre, después de cinco meses de interrupción. Además, Teherán aclaró que no retrocederá en su objetivo de que sean levantadas las sanciones.
Las negociaciones para salvar el acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní, detenidas desde junio, se reanudarán el próximo 29 de noviembre en Viena.
Esta fecha tan esperada fue anunciada el miércoles simultáneamente por Irán y la Unión Europea (UE), principal mediador en estas conversaciones indirectas entre Washington y Teherán.
“No retrocederemos de ninguna manera en los intereses del pueblo iraní, continuaremos los esfuerzos para neutralizar (los efectos) de las sanciones opresivas y actuaremos para su levantamiento”, dijo el presidente Ebrahim Raisi este jueves.
Los países que siguen siendo parte del acuerdo celebrado en 2015 (Irán, Alemania, China, Francia, Reino Unido, Rusia) y que acordó límites estrictos a las actividades nucleares iraníes a cambio de relajar las sanciones, se reunirán bajo la presidencia del negociador europeo Enrique Mora, declaró en un comunicado Josep Borrell, el jefe de la diplomacia de la UE.
Las discusiones harán énfasis “en la perspectiva de un posible regreso de Estados Unidos” al texto que abandonaron unilateralmente en 2018 bajo la presidencia de Donald Trump, cuando se restablecieron las sanciones punitivas contra el régimen de Irán, explicó Borrell, y “en la manera de garantizar la implementación completa y efectiva del acuerdo para todas las partes”.
El presidente estadounidense Joe Biden declaró estar listo para regresar al tratado de 2015 pero ambas partes no están de acuerdo sobre las condiciones para recuperarlo.
Irán desea que se retiren todas las sanciones que se le impusieron después de la retirada de Trump del acuerdo en 2018.
Sin embargo, la administración Biden afirma que solo negociará algunas de estas sanciones, como la prohibición unilateral de las ventas iraníes de petróleo. No quieren entrar en otras medidas impuestas, sobre todo en temas de derechos humanos.
Washington afirma que la ventana de oportunidad se está cerrando rápidamente por lo que también insiste en que Teherán debe cumplir de nuevo con los límites de su programa nuclear.
El régimen de Irán también quiere el compromiso de que Estados Unidos se mantenga en el acuerdo, algo que parece difícil ya que el Partido Republicano de Trump, en plena forma tras la victoria en las elecciones estatales del martes, se opone con fuerza a la diplomacia de Biden con Irán.
“No abandonaremos la mesa de negociaciones, pero nos opondremos a exigencias excesivas que perjudiquen los intereses del pueblo iraní”, dijo el presidente persa en una ceremonia en Semnan, al este de Teherán, con motivo del 42 aniversario de la toma de la embajada de Estados unidos en Irán, según un comunicado de la presidencia.
El 4 de noviembre de 1979, siete meses después de la proclamación de la República Islámica de Irán, estudiantes islamistas irrumpieron en la embajada estadounidense en Teherán exigiendo la extradición del antiguo sha Mohamed Reza Pahlavi, que estaba siendo tratado en Estados Unidos. 52 diplomáticos y empleados fueron tomados como rehenes durante 444 días.
Desde entonces, las relaciones entre los dos países han sido tensas. Washington rompió sus vínculos diplomáticos e impuso un embargo comercial a Irán en abril de 1980.
El jueves, miles de iraníes manifestaron frente a la antigua embajada estadounidense en Teherán, lanzando gritos como “Muerte a Estados Unidos” y “Muerte a Israel”, y poniendo en duda la recuperación de las conversaciones nucleares a finales de este mes.
Maedeh Razaghnejad, un estudiante, afirmó que “Nos engañaron varias veces. No participemos en las negociaciones, no podemos confiar en ellos”.
Con información de AFP
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