El primer ministro británico, Boris Johnson, prometió el viernes defender los intereses del Reino Unido en una disputa que se agrava con Francia por los derechos pesqueros en el Canal de la Mancha, al tiempo que hizo hincapié en la fuerza de los vínculos entre ambos países.
“Haremos lo que sea necesario para garantizar los intereses del Reino Unido”, dijo a los periodistas a bordo de su avión mientras volaba a la cumbre del G20 en Roma, y agregó: “Los lazos que nos unen son mucho más fuertes que las turbulencias que actualmente existen en la relación“.
Está previsto que Johnson se reúna con el presidente francés Emmanuel Macron al margen del G20 este fin de semana para tratar las tensiones. “Esperamos que el primer ministro y el presidente Macron se reúnan rápidamente al margen del G20″, indicó un vocero del líder británico, sin más detalles sobre la fecha y el horario previstos.
El gobierno británico también advirtió este viernes que “contempla impulsar un procedimiento de arreglo de contenciosos previsto por el acuerdo comercial post-Brexit”, además de otras medidas como “controles rigurosos de la actividad pesquera de la UE en las aguas territoriales de Reino Unido”.
Los temas de discordia se acumulan entre París y Londres: inmigración ilegal por el Canal de la Mancha, pacto AUKUS que condujo a la anulación de un pedido australiano de submarinos franceses y las consecuencias del Brexit, tanto en Irlanda del Norte como para los pescadores.
Sobre este último punto, el tono aumentó desde que Francia anunció las primeras medidas de represalia -refuerzo de los controles y prohibición para los barcos británicos de desembarcar en los puertos franceses- contra las islas anglonormandas y el Reino Unido a partir del 2 de noviembre, si para entonces los pescadores franceses no obtienen más licencias para pescar en sus aguas.
Además, Francia desvió a un arrastrero británico sospechoso de haber pescado más de dos toneladas de vieiras sin licencia. Su capitán será juzgado en agosto.
El secretario de Estado francés para Asuntos Europeos, Clément Beaune, subrayó que Francia debe “hablar el lenguaje de la fuerza” para hacerse oír.
En la BBC, el ministro británico de Medio Ambiente, George Eustice, criticó a Francia por adoptar un “tono incendiario”. Advirtió que las autoridades británicas podrían, a su vez, reforzar los controles sobre los buques franceses.
El ministro británico consideró además que el enfoque de la presidencia en Francia podría constituir “un factor” que explicara la reacción francesa.
El refuerzo de los controles en el Canal de la Mancha es la primera consecuencia de las advertencias del Ejecutivo francés que por boca de su portavoz, Gabriel Attal, avisó que se les acababa la paciencia, y reiteró que estaban preparando una serie de medidas de represalia si no había una concertación antes de finales de mes.
Para París, Londres no ha concedido a los pescadores franceses casi la mitad de las licencias de pesca a las que considera que tiene derecho para faenar en las aguas jurisdiccionales británicas (sobre todo en torno a las islas anglo-normandas, más cercanas a Francia que al Reino Unido) en virtud del acuerdo del Brexit.
Attal adelantó que se preparan controles sistemáticos de los productos pesqueros que llegan del Reino Unido, pero también la prohibición de que los barcos británicos desembarquen sus capturas en puertos franceses.
Igualmente se contempla interrumpir o reducir el aprovisionamiento energético de las islas anglo-normandas, alguna de las cuales se alimenta en electricidad por cable submarino que llega desde Francia.
(Con información de AFP)
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