Siguen los enfrentamientos en Sudán tras el golpe de Estado: los militares prometieron un Gobierno “aceptado por el pueblo”

El general Abdel Fattah al-Burhan manifestó que el Ejército se vio obligado a marginar a los políticos, muchos de los cuales se encuentran detenidos, como el primer ministro Abdalla Hamdok

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Continúan las manifestaciones y enfrentamientos
Continúan las manifestaciones y enfrentamientos en Sudán (Foto: REUTERS/Mohamed Nureldin Abdallah)

El jefe de las Fuerzas Armadas de Sudán defendió este martes el golpe de Estado dado por los militares, al decir que derrocaron al Gobierno para evitar una guerra civil, mientras los manifestantes regresaron a las calles para protestar después de un día de enfrentamientos mortales.

El golpe militar del lunes detuvo la transición de Sudán a la democracia, dos años después de que un levantamiento popular derrocara el Gobierno de larga data del autócrata islamista Omar al-Bashir.

En su primera conferencia de prensa desde que anunció la toma del poder, el general Abdel Fattah al-Burhan dijo que el Ejército no tuvo más remedio que marginar a los políticos.

“Los peligros que presenciamos la semana pasada podrían haber llevado al país a una guerra civil”, expresó Burhan, en una aparente referencia a las manifestaciones ante la perspectiva de un golpe.

El primer ministro Abdalla Hamdok, que fue arrestado el lunes junto con otros miembros de su gabinete, no resultó herido y fue llevado a la propia casa de Burhan, según indicó el general: “El primer ministro estaba en su casa. Sin embargo, teníamos miedo de que estuviera en peligro, así que lo han dejado conmigo en mi casa”.

“Nadie le secuestró ni agredió; está en mi casa. Cuando la situación se tranquilice y prevalezca la paz volverá a su casa”, agregó.

Además de Hamdok, el lunes fueron detenidos varios ministros y representantes políticos sudaneses, de los cuales Al Burhan no ofreció detalles.

El general Abdel Fattah al-Burhan,
El general Abdel Fattah al-Burhan, jefe de las fuerzas armadas de Sudán (Foto: REUTERS/Sarah Meyssonnier)

Sólo reveló que se trata de “algunos políticos”, sobre los que tenía “dudas” y cuya presencia representaba “una amenaza para la unidad nacional o tenía una influencia negativa” en la situación en Sudán.

Al mismo tiempo, Al Burhan prometió que habrá un nuevo Gobierno que será “aceptado por el pueblo” y en él estarán representados todos los estados que componen Sudán, después del conflicto con algunas tribus locales.

Nosotros lograremos la transición con una participación civil, insistimos en que haya un gobierno civil que realizará con nosotros la transición y acatamos los objetivos acordados en el documento constitucional”, dijo el militar, quien agregó que ese texto firmado junto a los civiles tras el derrocamiento del dictador Omar al Bashir, en abril de 2019, “no fue anulado”.

Asimismo, anunció que formarán de nuevo los tres órganos estipulados en el documento constitucional para la etapa transitoria, que dio comienzo en agosto de 2019, pocos meses después de la caída de Al Bashir.

Por un lado, detalló que se “completará” en los “próximos dos días” el Consejo Soberano, el máximo órgano de gobierno que ayer quedó disuelto y para el que cada estado sudanés podrá presentar un candidato.

Por otro lado, se elegirá un ministro de cada estado para el nuevo Consejo de Ministros y, por último, habrá un nuevo Consejo Legislativo formado por “los jóvenes de la revolución”, según Al Burhan.

Además, prometió que antes de final de este mes se completarán las instituciones judiciales como el Tribunal Constitucional y el Consejo Supremo de la Judicatura, que estarán “apartados de la política y serán independientes”.

Columnas de humo se elevan
Columnas de humo se elevan sobre la capital Jartum procedentes de los neumáticos incendiados por los manifestantes (Foto: REUTERS/Mohamed Nureldin Abdallah)

Al Burhan anunció ayer la disolución del Consejo de Ministros y del Consejo Soberano, que representaban el poder Ejecutivo repartido por civiles y militares, así como el cese de todos los gobernadores de los estados de Sudán.

Al menos siete personas murieron en los disturbios desatados por el golpe militar, que frenó la transición sudanesa a la democracia dos años después de que un levantamiento popular puso fin a un gobierno autoritario.

Columnas de humo se elevaban sobre Jartum procedentes de los neumáticos incendiados por los manifestantes. La vida se detuvo en la capital y en su ciudad gemela Omdurmán, al otro lado del Nilo, donde las carreteras estaban bloqueadas por soldados o por barricadas de las personas que protestan.

El acceso a internet, en tanto, sigue interrumpido en la capital sudanesa.

El Comité Central de Médicos de Sudán, que ofrece asistencia a los manifestantes y hace el recuento de víctimas, informó hoy que los muertos han subido a cuatro, después de que un hombre falleciera por los disparos de los militares. Ayer el Comité informó que los heridos superaban los 80, algunos de ellos en estado grave por impacto de balas.

Por su parte, la Asociación de Profesionales de Sudán, que lideró las protestas durante la revolución que acabó con la dictadura de Omar al Bashir, difundió imágenes de carreteras cortadas por bloques de cemento y con destrozos tras los enfrentamientos de ayer entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.

(Con información de Reuters y EFE)

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