Un antiguo jefe de espías de Arabia Saudita, que alguna vez ayudó a supervisar las labores de combate al terrorismo junto con Estados Unidos, aseguró en una entrevista con “60 Minutos” que el príncipe heredero fantaseó alguna vez de matar a un monarca saudí antes de que su padre fuera coronado rey, sin presentar evidencias.
Saad Al Jabri reside en el exilio en Canadá desde 2017. Entre sus declaraciones en televisión, relató que en 2014 el príncipe Mohamed se jactó que podía asesinar al entonces rey Abdalá, poco antes de que este falleciera de causas naturales. En ese momento, el príncipe no tenía un cargo de alto rango en el gobierno, pero controlaba el acceso a la corte de su padre cuando este aún era un heredero al trono. El actual rey Salman ascendió al trono tras la muerte de su medio hermano.
Tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018 en el consulado de Arabia Saudita en Estambul, Turquia, Al Jabri dijo haber sido advertido de que un equipo de su país de origen había viajado a Canada para matarlo.
Se le aconsejó que “no esté cerca de ninguna misión saudita en Canadá. No vayas al consulado. No vayas a la embajada“. Cuando preguntó por qué, le dijeron que “desmembraron al tipo, lo mataron. Estás en la parte superior de la lista“.
El gobierno Saudí negó anteriormente que hubiera habido un atentado contra la vida de Al Jabri en Canadá. Según éste, un equipo de seis personas aterrizó en el aeropuerto de Ottawa a mediados de octubre de 2018, le mintió a los funcionarios fronterizos canadienses sobre conocerse unos a otros y llevó equipos sospechosos para el análisis de ADN. El equipo fue deportado tras ser interceptado por las autoridades en el aeropuerto. El gobierno canadiense ha dicho: “Estamos al tanto de incidentes en que ciertos actores extranjeros han intentado amenazar a quienes viven en Canadá. Es completamente inaceptable “.
Utilizó la entrevista para advertirle al príncipe Mohamed bin Salman que grabó un video en el que se revelan más secretos de la corona, y algunos de Estados Unidos. Un breve clip sin sonido le fue mostrado al corresponsal de “60 Minutes”, Scott Pelley. El video, señala Al Jabri, podría darse a conocer en caso de que él sea asesinado.
Se trata del intento más reciente del ex funcionario para intentar presionar al príncipe de 36 años, quien según la familia de Al Jabri ha detenido a Sarah y Omar, dos de los hijos de éste y los está utilizando como peones para forzar a su padre a volver a Arabia Saudita.
Ambos querían volver a Estados Unidos para continuar sus estudios, pero la policia se los impidió y los encarceló, por meses. Una vez liberados, recibieron condenas de 9 y 6 años y medio, junto con multas y el impedimento de salir del país durante 10 años.
“Tengo que hablar. Hago un llamado al pueblo estadounidense y a la administración estadounidense para que me ayuden a liberar a esos niños y restaurarles la vida“, dijo Saad. Asegura que tiene un apoyo de Estados Unidos, donde ex funcionarios de inteligencia han acreditado a su homólogo, por ayudar a salvar vidas norteamericanas y saudíes tras los ataques terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos.
Mike Morell, ex jefe de la CIA dijo que Al Jabri era un profesional “honorable”. La inteligencia transmitida a Estados Unidos por él habría llevado a la intercepción de bombas que había colocado Al Qaeda en 2010 en dos impresoras de escritorio que se transportaban como carga en dos aviones.
De regresar a su país, Al Jabri se enfrenta a posibles maltratos, encarcelamiento o arresto domiciliario como su ex jefe, el alguna vez fue un influyente ministro del Interior, el príncipe Mohamed bin Nayef, a quien el Mohamed bin Salman expulsó de la línea de sucesión en 2017.
Al Jabri, de 62 años, asegura que el príncipe heredero no descansará hasta “verme muerto” porque “tiene miedo de mi información”, y describió al príncipe Mohamed bin Salman como “un psicópata, asesino, qué no siente emociones y nunca aprendió de sus experiencias”.
El príncipe heredero generó indignación a nivel mundial después de que salió a la luz que algunos de sus asistentes asesinaron al detractor saudí Jamal Khashoggi dentro del consulado saudí en Turquía en octubre de 2018. Después de que las autoridades turcas filtraron las grabaciones del interior del consulado, los saudíes aseguraron que se trató de un intento de llevar por la fuerza a Khashoggi de vuelta al país, y que las cosas salieron mal. De todas maneras, Al Jabri negó haber estado al tanto de la operación, a pesar de que una evaluación de inteligencia estadounidense indicaba lo contrario.
El ex espía aseguró que, en una reunión en 2014 con el príncipe Mohamed bin Nayef, quien estaba al frente de los servicios de inteligencia en su papel como ministro del Interior en ese momento, el príncipe Mohamed bin Salman —mucho más joven que Bin Nayef— señaló que podía asesinar al rey Abdalá para abrirle paso a su padre hacia el trono.
“Le dijo (a Bin Nayef): ‘quiero asesinar al rey Abdalá. Consigo un anillo venenoso de Rusia. Basta con que le de la mano y estará acabado’”, relató Al Jabri, y aseguró que la inteligencia saudí se tomó la amenaza en serio. El tema se manejó al interior de la familia real, agregó. También aseguró, que aún existe un video de dicha reunión.
El gobierno saudí le dijo a CBS News que Al Jabri es “un ex funcionario gubernamental desacreditado con una larga historia de fabricar y crear distracciones con el fin de ocultar los delitos financieros que cometió”. El gobierno ha emitido solicitudes de extradición y avisos a la Interpol para que capture a Al Jabri, alegando que se le busca por corrupción.
Al Jabri argumenta que su riqueza proviene de la generosidad de los reyes a los que sirvió, mientras que el principe lo acusa de quedarse con 3.500 millones de dólares.
Con información de AP
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