Letonia, el primer país de Europa en reimponer el confinamiento y el toque de queda ante la nueva ola del coronavirus

Se decidió ante el avance del COVID y la baja tasa de vacunación. El país báltico está registrando la más alta incidencia de nuevos positivos del mundo

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El toque de queda nocturno regirá desde las 20.00 a las 05.00 de la mañana (Foto: AP)
El toque de queda nocturno regirá desde las 20.00 a las 05.00 de la mañana (Foto: AP)

El gobierno letón acordó implantar el confinamiento estricto, así como un toque de queda nocturno durante las próximas cuatro semanas, ante el aumento de los contagios de COVID-19 y mientras solo un 50% de la población ha recibido la pauta completa de la vacuna.

Las medidas fueron adoptadas en una reunión con el equipo de crisis y deberán ser formalizadas en el próximo Consejo de Ministro, previsiblemente el miércoles.

Siguen a la advertencia del Centro para Prevención y Control de Enfermedades de Letonia, según el cual el país báltico está registrando la más alta incidencia de nuevos positivos del mundo.

El toque de queda nocturno regirá desde las 20 a las 5 de la mañana. Solo se autorizará salir a la calle para trasladarse al puesto de trabajo, en aquellos casos en que no se pueda practicar el teletrabajo, así como para comprar productos esenciales y otras actividades básicas. El cierre de la actividad pública incluirá toda la vida cultural, deportes en espacios cerrados, actos religiosos y otro tipo de reuniones.

Las escuelas funcionarán en remoto, aunque el nivel preescolar y los primeros tres grados de enseñanza básica tendrán lecciones presenciales.

Se trata de las medidas más severas adoptadas por este país desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020.

Letonia se encuentra en medio de un fuerte repunte de infecciones. En las últimas 24 horas se verificaron más de 2.000 nuevos casos, mientras que el número de hospitalizaciones ha subido en 121 personas.

El cual el país báltico está registrando la más alta incidencia de nuevos positivos del mundo (Foto: REUTERS/Janis Laizans)
El cual el país báltico está registrando la más alta incidencia de nuevos positivos del mundo (Foto: REUTERS/Janis Laizans)

La medida, que regirá hasta el 15 de noviembre, fue anunciada por el primer ministro de Letonia, Krisjanis Karins. “Me disculpo con los que están vacunados, pero las restricciones aplicarán para todos”, anunció Karins a periodistas tras una reunión de 10 horas con su gabinete. “Aún hay mucha gente sin vacunar que se infecta de COVID y muere en el hospital”, agregó.

Los hospitales en todo el país dejaron de atender enfermedades como cáncer para concentrarse en pacientes de COVID-19 que requieren cuidado intensivo.

Europa del Este, foco de la pandemia por baja vacunación

En torno al 72% de los adultos en la Unión Europea de 27 países han completado su vacunación contra el COVID-19, pero una persistente baja aceptación en algunos países del este de Europa amenaza con sobrepasar los hospitales en una ola de infecciones atribuida a la contagiosa variante delta.

Bulgaria y Rumanía se han quedado muy rezagadas como los países con menos vacunados de la UE, con apenas un 22% y un 33%, respectivamente, de adultos inmunizados. Los casos crecen con rapidez, lo que ha forzado a las autoridades de ambos países a endurecer las restricciones contra el virus. Mientras tanto, otros países del bloque como Francia, España, Dinamarca y Portugal han superado una tasa de vacunación del 80% y levantado restricciones.

“Aún hay mucha gente sin vacunar que se infecta de COVID y muere en el hospital” (Foto: REUTERS/Janis Laizans)
“Aún hay mucha gente sin vacunar que se infecta de COVID y muere en el hospital” (Foto: REUTERS/Janis Laizans)

La “preocupante brecha” en las vacunaciones debe abordarse con urgencia, indicó la comisaria de Salud de la UE, Stella Kyriakides. Eslovaquia, Croacia y Letonia han vacunado en torno al 50% de su población adulta. Pero la aceptación en muchos países del centro y el este de Europa se ha mantenido baja o ha caído.

Vlad Mixich, especialista rumano en salud pública, dijo a la agencia AP que una “desconfianza histórica hacia las autoridades”, junto con lo que describió como una endeble campaña de vacunación del gobierno, ha contribuido a la baja tasa de aceptación de las vacunas.

“Por desgracia, durante la campaña de vacunación los políticos fueron los principales comunicadores”, dijo. La rápida rotación de ministros de Salud en el país, añadió, ha tenido un enorme impacto en lo esfuerzos por inmunizar a los rumanos.

En ocasiones, el personal médico de Europa Oriental enfrenta riesgos adicionales. En septiembre, un grupo antivacunas atacó a un equipo médico y un puesto móvil de vacunación en la ciudad portuaria de Varna, Bulgaria.

La introducción de pasaportes de vacunas, que permiten a la gente demostrar que está vacunada para realizar actividades cotidianas, podría ser una de las pocas opciones que quedan para gobiernos europeos que no saben cómo instar a su población a inmunizarse.

El escepticismo a las vacunas en parte de Europa podría mermar los esfuerzos de todo el continente por poner fin a la pandemia, según los expertos.

(Con información de EFE, AP y AFP)

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